El circo sagrado del balompié define el destino nacional
Este sábado, la República se paralizará ante el espectáculo más sublime que la civilización moderna ha concebido: once iluminados en pantalones cortos decidirán el destino cósmico del universo futbolístico mexicano. En el coliseo contemporáneo, donde antaño se libraban batallas épicas, hoy se disputa el liderato mitológico que otorga poderes cuasi divinos y el derecho a participar en el ritual de la Liguilla, ese proceso iniciático donde los elegidos demuestran su valía ante los dioses del rating.
En esta jornada apocalíptica, cada escuadra enfrenta su particular juicio final. La Máquina Celeste de Cruz Azul, ese engendro mecánico que promete felicidad eterna pero siempre falla en el momento crucial, se enfrentará a los felinos universitarios de Pumas, quienes vagan por el limbo futbolístico buscando redimirse ante sus cada vez más escépticos acólitos. Ambos predican la autosuficiencia, como esos gurús de la autoayuda que venden prosperidad mientras sus seguidores mendigan migas de gloria.
El infierno existe y está en Toluca
Mientras tanto, en El Infierno -nombre apropiado para un estadio donde las esperanzas se queman semanalmente- los Diablos Rojos recibirán a las Águilas Imperiales del América en lo que solo puede describirse como una batalla escatológica por la supremacía televisiva. Dos instituciones que encarnan el eterno conflicto entre el pueblo llano y la aristocracia capitalina, aunque en el fondo son dos caras de la misma moneda de oro que rige este circo multimillonario.
No menos patético resulta el duelo entre las cabras sagradas de Guadalajara y los industriales norteños de Monterrey. Los primeros, aferrados a un nacionalismo folclórico que ya nadie comprende, suplican por un milagro que los salve del ostracismo. Los segundos, perfectos ejemplares del capitalismo tardío, ya aseguraron su lugar en el paraíso fiscal pero insisten en acumular más puntos, como esos magnates que compran islas privadas por aburrimiento.
El gran teatro de los despropósitos
He aquí el programa litúrgico para este sábado de éxtasis colectivo, donde millones de ciudadanos olvidarán crisis existenciales, inflación y desastres naturales para concentrarse en lo verdaderamente importante: si un balón entra o no en una red.
- Felinos vs Potosinos | Hora del sacrificio: 17:00 | Transmisión por Caliente TV (para apostadores compulsivos), FOX One (para puristas) y Azteca 7 (para nostálgicos)
- Cabras vs Industriales | Hora del martirio: 17:07 | Exclusiva de Amazon Prime Video (porque hasta la tradición se vende al mejor postor)
- Diablos vs Águilas | Hora del apocalipsis: 19:00 | Transmisión multiplataforma incluyendo el canal de Miguel Layún (porque en la era digital hasta los jugadores tienen su propio culto personal)
- Fiera vs Tuzos | Hora del olvido: 19:00 | Para completistas y masoquistas que creen que todos los partidos merecen atención
- Máquina vs Felinos | Hora de la redención (o decepción): 21:05 | Transmisión para noctámbulos y almas en pena que aún creen en los finales felices
Así, entre horarios estrambóticos y transmisiones fragmentadas, la nación entera se prepara para el gran ritual semanal donde, por noventa minutos, todos seremos iguales ante la pantalla: crédulos devotos de la religión más lucrativa y absurda jamás inventada.
