Emma Raducanu exige expulsar a un bebé por molestar en partido

En un episodio que demuestra cómo el deporte de élite puede convertirse en un circo de absurdos, Emma Raducanu, la tenista que pasó de heroína a villana en tiempo récord, volvió a brillar no por su juego, sino por su incapacidad para tolerar el sonido más natural del planeta: el llanto de un infante. Durante su enfrentamiento en el WTA 1000 de Cincinnati contra Aryna Sabalenka, la actual número uno del ranking, Raducanu decidió que su verdadero rival no era la bielorrusa, sino un bebé en las gradas cuyo crimen fue existir.

Con la serenidad de quien pide un café, la rumana exigió a la juez de silla que expulsara al niño del estadio. “¿Quieres que saque a un niño?”, preguntó la árbitro, probablemente esperando que Raducanu recapacitara y recordara que los seres humanos, incluidos los deportistas, alguna vez fueron bebés. La respuesta de la tenista fue un entusiasta “¡Sí!”, confirmando que, en el mundo distópico del tenis profesional, la compasión es tan escasa como los seguidores de Raducanu después de este incidente.

Para cerrar con broche de oro, Sabalenka se llevó el partido en un ajustado marcador, demostrando que, al menos en la cancha, sabe mantener la concentración a pesar de las “distracciones” como… seres humanos menores de tres años. Mientras tanto, Raducanu avanzará a octavos de final, donde seguramente espera enfrentarse a rivales más dignos: tal vez un peluche o un espectador que tosa demasiado fuerte.