Erick Gutiérrez asume la deuda histórica de Chivas en la Leagues Cup

El mediocampista Erick Gutiérrez no elude responsabilidades: el Club Deportivo Guadalajara carga con una deuda pendiente en la Leagues Cup, y esta edición podría ser el momento de saldarla. Tras años de decepciones en la fase grupal, el jugador admite que el equipo debe dar un paso adelante, especialmente bajo la dirección del estratega argentino Gabriel Milito, cuyo enfoque renovado ha inyectado optimismo en el vestuario.

Desde mi experiencia en el mundo del fútbol, he visto cómo torneos internacionales como este pueden marcar un antes y un después. Recuerdo un partido clave en mi carrera donde la presión por demostrar valía llevó a errores evitables. Gutiérrez lo sabe bien: su lesión en 2023, producto de la ansiedad por destacar como refuerzo, es un ejemplo crudo de lo que ocurre cuando la mentalidad no se gestiona adecuadamente. Hoy, su llamado a la honestidad entre compañeros—reconocer cuándo no se está al 100%—es una lección que muchos equipos ignoran hasta que es demasiado tarde.

El rendimiento en pretemporada y el arranque irregular del Apertura 2025 son señales mixtas, pero Gutiérrez insiste en que el ambiente es propicio para cambiar la historia. “Iniciar con victorias genera confianza, pero en torneos cortos como este, la consistencia es clave”, comenta. Y tiene razón: en competiciones internacionales, los detalles—una sustitución acertada, un jugador que admite su fatiga—deciden entre el fracaso y la gloria.

Para las Chivas, más que un objetivo, avanzar en la Leagues Cup es una obligación moral con una afición que exige resultados. Como bien dice Erick: “Somos un club grande, y eso conlleva presión, pero también la oportunidad de escribir una nueva página”. La pregunta es si esta vez el equipo estará a la altura.