La comunidad del béisbol lamenta el fallecimiento de Santos Alomar Sr., un ex infielder All-Star de las décadas de 1960 y 1970 que posteriormente se desempeñó como coach en las Grandes Ligas y dirigió en su natal Puerto Rico. El emblemático pelotero tenía 81 años.
Una fuente de los Guardianes de Cleveland confirmó este lunes que el equipo fue notificado por la familia Alomar sobre su deceso. Sandy Alomar Jr., quien junto a su hermano Roberto, miembro del Salón de la Fama, jugó bajo la dirección de su padre en la liga de invierno boricua, forma parte del cuerpo técnico de los Guardianes.
La Federación Puertorriqueña de Béisbol expresó en la red X: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de Santos Alomar, figura emblemática del béisbol nacional y patriarca de la reconocida familia Alomar”.
Las Grandes Ligas manifestaron: “Estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento del ex jugador y coach Santos Alomar”.
Originario de Salinas, en el sur de Puerto Rico, Alomar firmó con los Bravos de Milwaukee por aproximadamente $12,000 en 1960. Debutó en las mayores con Milwaukee en septiembre de 1964, cuando tenía 20 años.
Los Bravos fueron uno de los seis conjuntos para los que jugó. También vistió los uniformes de los Mets de Nueva York, Medias Blancas de Chicago, Angelinos de California, Yankees de Nueva York y Rangers de Texas antes de retirarse en 1978.
Reconocido principalmente por su velocidad y destreza defensiva antes que por su ofensiva, Alomar acumuló un promedio de bateo de .245 con 13 cuadrangulares y 282 carreras impulsadas en 1,481 encuentros de temporada regular.
Fue seleccionado All-Star en 1970. Robó 227 bases, incluyendo su mejor marca personal de 39 en 1971, cuando lideró la Liga Americana con 689 turnos al bate. Participó en una serie de playoffs con los Yankees en 1976.
Tony Clark, director ejecutivo del sindicato de peloteros de MLB, declaró: “Recordamos a Santos por sus logros en el diamante, su compromiso de por vida con el deporte y un orgulloso legado familiar que ha sido representado con distinción por sus hijos Sandy Jr. y Roberto”.
Tras su retiro como jugador, Alomar trabajó como instructor en las filiales de San Diego durante los años 80 y fue coach de tercera base de los Padres de 1986 a 1990. Sirvió como coach de los Cachorros de Chicago, Rockies de Colorado y Mets de Nueva York en la década de 2000.
También dirigió a los Senadores de San Juan en el béisbol invernal puertorriqueño, donde tuvo la oportunidad de guiar a su hijo Roberto. En 2003, asumió el reto de conducir a la primera selección nacional boricua integrada por profesionales.
Roberto y Sandy continuaron el camino trazado por su progenitor y destacaron en las mayores. Sandy completó una trayectoria de 20 años y fue seis veces All-Star como receptor, coronándose como Novato del Año de la Liga Americana en 1990. Roberto fue seleccionado 12 veces al Juego de Estrellas y obtuvo 10 Guantes de Oro durante su carrera de 17 años como segunda base.