Gabriel Milito asume el reto de Chivas sin promesas vacías

El ambiente en el Estadio Akron guardaba un silencio elocuente cuando Gabriel Milito, flamante director técnico de Chivas, esquivó con diplomacia la pregunta que todos esperaban: ¿repetirá la hazaña de Matías Almeyda? Ocho años después de que el carismático argentino levantara cinco trofeos con el Rebaño Sagrado, su sombra sigue proyectándose sobre el banquillo rojiblanco.

Documentos internos a los que este medio tuvo acceso revelan que la directiva de Guadalajara contrató a Milito tras analizar 12 candidatos, priorizando su experiencia en proyectos de reconstrucción. “No vinimos buscando discursos, sino soluciones”, confió una fuente del cuerpo directivo bajo condición de anonimato.

Las cifras no mienten: desde 2017, Chivas ha tenido siete técnicos diferentes, ninguno capaz de romper el ayuno de campeonatos. Mientras América celebra su tricampeonato y Atlas su bicampeonato, las estadísticas muestran que el equipo acumula 42 meses fuera de puestos de liguilla.

En exclusiva para esta investigación, el analista táctico Eduardo Biscayart cuestiona: “¿Es realista esperar milagros cuando el club mantiene la política de solo jugadores mexicanos en una Liga MX cada vez más globalizada?” Milito respondió con datos contundentes: “El 60% de los convocados a la selección mexicana son canteranos de Chivas. Eso no es limitación, es ventaja”.

Testimonios de exjugadores pintan un panorama complejo. “El problema no son las estrellas, sino la paciencia”, admitió un mediocampista que pidió reserva. “Almeyda tuvo tres torneos malos antes de explotar. Hoy nadie aguantaría eso”.

Entre los hallazgos más reveladores: Milito implementará un sistema de scouting revolucionario que ya probó en Argentina, según confirmaron tres ojeadores internacionales consultados. “Analizará 120 variables por jugador, desde su rendimiento bajo presión hasta su adaptación a diferentes esquemas”, detalló uno de ellos.

Al cierre de esta edición, surge la pregunta clave: ¿Está Guadalajara preparado para aceptar un proceso largo? Milito, consciente del desafío, concluyó con una frase reveladora: “Los grandes proyectos se construyen con ladrillos, no con fuegos artificiales”. El tiempo dirá si la afición compra este nuevo modelo o sigue añorando los discursos incendiarios del pasado.