La arrendadora de vehículos Hertz México ha desvelado su plan de acción para el decisivo ciclo futbolístico de 2026. En el evento “Camino a la Pasión”, la compañía presentó su identidad “Modo Selección”, una maniobra que, aseguran, busca reforzar visualmente su alianza con la Selección Mexicana. Pero, ¿qué se esconde detrás de esta renovación de imagen? ¿Es solo una campaña de marketing o responde a una estrategia calculada para capitalizar un evento de dimensiones históricas?
Con la presencia de figuras clave como Ernest Rey, de la Secretaría de Turismo, y José Romano, de la Federación Mexicana de Fútbol, la presentación dejó entrever una coordinación que va más allá de lo publicitario. Documentos oficiales citados durante el evento proyectan una cifra abrumadora: entre 5 y 5.5 millones de visitantes estarán vinculados al ciclo del Mundial. Esta afluencia masiva representaría un incremento cercano al 44% en la llegada de turistas y un aumento del 48% en el gasto promedio por viajero. Las preguntas surgen de inmediato: ¿está realmente preparada la infraestructura nacional para una demanda de tal magnitud?
Al indagar en el papel específico de Hertz, las declaraciones de su Director General, Marco Andueza, adquieren un tono estratégico. “El ciclo futbolístico de 2026 implicará un aumento significativo en movilidad, turismo y demanda operativa”, afirmó. Nuestra investigación revela que el enfoque declarado de la empresa es asegurar “capacidad, consistencia y atención” en los principales puntos de entrada del país. Sin embargo, esto plantea un interrogante crucial: ¿esta preparación se traducirá en una solución de movilidad eficiente para los millones de visitantes esperados, o será un cuello de botella que evidencie las carencias logísticas del país?
Conectando los puntos entre las proyecciones oficiales y la estrategia corporativa, se perfila una revelación fundamental: el fútbol se consolida como el principal catalizador económico y turístico para México en la próxima década. La alianza de Hertz con la Selección no es un simple patrocinio; es un posicionamiento táctico en un mercado que se anticipa revolucionado. La conclusión es ineludible: el verdadero partido en 2026 no solo se jugará en los estadios, sino en la capacidad de un país y sus socios comerciales para mover a una nación de hinchas.

















