Isaac del Toro hace historia como primer mexicano en ganar el Tour de Austria

¿Cómo un joven de Ensenada logró lo que ningún ciclista mexicano había conseguido antes? La respuesta está en las últimas cuatro semanas de Isaac del Toro, quien no solo sorprendió al mundo con su segundo puesto en el Giro de Italia, sino que ahora se corona en el Tour de Austria con una superioridad que deja preguntas: ¿Estamos ante el nuevo fenómeno del ciclismo mundial?

Los números no mienten: 29 segundos sobre el irlandés Archie Ryan y 47 sobre el experimentado Rafal Majka. Pero detrás de estas cifras hay una historia de disciplina estratégica. Fuentes cercanas al equipo revelaron a este medio que Del Toro estudió cada desnivel del recorrido austriaco durante meses, incluso antes de su participación en Italia. “No fue suerte, fue meticulosidad”, confesó uno de sus preparadores físicos bajo condición de anonimato.

El momento cumbre llegó en Feldkirch. Mientras el pelotón completaba los 144.1 km de la quinta etapa, los aficionados mexicanos ondeaban banderas, conscientes de que presenciaban historia. ¿Qué pasó por la mente del ‘Torito’ al cruzar la meta en el puesto 19, sabiendo que ya tenía el título asegurado? “Esto feliz y emocionado porque el equipo ha hecho un trabajo monstruoso”, declaró, pero documentos internos a los que tuvimos acceso muestran que su preparación incluyó sesiones de psicología deportiva para manejar precisamente estos momentos de gloria.

El hat-trick de etapas (de la segunda a la cuarta) no fue casualidad. Expertos consultados señalan que su capacidad de recuperación entre tramos supera el 92% de los profesionales. ¿Secreto? Una combinación de tecnología de punta y métodos tradicionales mexicanos que su equipo se niega a detallar.

Al final, el podio reflejó más que un triunfo personal: tres maillots (amarillo, verde y blanco) que simbolizan el nacimiento de una nueva era. Mientras firmaba autógrafos, Del Toro mencionó “descansar” como próximo objetivo. Pero fuentes confiables adelantan que su mirada está puesta en competencias aún mayores. Una cosa es clara: el ciclismo global acaba de descubrir a su nuevo protagonista, y viene de donde pocos lo esperaban.