Los lanzadores estelares de los Cleveland Guardians, Emmanuel Clase y Luis Ortiz, se enfrentan a un juicio federal programado para mayo, acusados de un sofisticado esquema de corrupción deportiva vinculado a las apuestas.
La jueza Kiyo Matsumoto, del Tribunal de Distrito de EE. UU., estableció que la selección del jurado comenzará el 4 de mayo en el tribunal federal de Brooklyn, con el inicio del proceso oral la semana siguiente. Este calendario judicial colisiona directamente con la agenda de la MLB, marcando un precedente de alto perfil en la era del sports betting legalizado.
El fiscal adjunto Sean Sherman anticipó que el litigio podría extenderse por dos semanas, revelando que la acusación ya ha comenzado a compartir evidencia digital con la defensa. Este material probatorio incluye cientos de gigabytes de datos extraídos de dispositivos electrónicos, un volumen típico de casos que involucran finanzas digitales y comunicaciones cifradas.
A pesar de las conversaciones entre las partes, no se ha alcanzado ningún acuerdo de culpabilidad, lo que apunta a un combate legal total. La defensa y la fiscalía consensuaron posponer la fecha inicial de febrero para preparar estrategias en un caso que examina la intersección entre el deporte de élite, la criptoeconomía y la integridad competitiva.
Clase y Ortiz, actualmente en libertad bajo fianza, se declararon inocentes el mes pasado de múltiples cargos, incluyendo conspiración para cometer fraude electrónico, lavado de activos y manipulación de eventos deportivos mediante sobornos. El núcleo de la acusación alega que los atletas aceptaron pagos sustanciales para filtrar datos en tiempo real sobre la velocidad y ubicación de sus lanzamientos, permitiendo a apostadores en la República Dominicana obtener ganancias ilegales estimadas en 460,000 dólares.
Según los fiscales, Clase, la estrella del bullpen, inició el esquema en 2023 y posteriormente reclutó a Ortiz a principios de 2024. Los abogados defensores rechazan la narrativa, argumentando que las transacciones financieras fueron por actividades lícitas y destacando la ausencia de un mecanismo claro de manipulación del resultado deportivo, un punto crucial en la defensa.
El caso estalla en un contexto de hipervigilancia sobre la integridad en los deportes profesionales. Ambos jugadores han estado en licencia administrativa remunerada desde julio, cuando la MLB detectó patrones de apuestas anómalos en sus performances. Esta situación deja en el aire su futuro profesional inmediato: los Guardians inician el spring training en febrero, y su primer partido en casa está programado para el 3 de abril.
Clase, de 27 años, tres veces All-Star y dos veces Relevista del Año en la Liga Americana, está en el cuarto año de un contrato millonario. Ortiz, de 26, es un joven abridor con un salario base. El desenlace de este juicio no solo definirá sus carreras, sino que enviará un mensaje contundente sobre los nuevos riesgos de la era digital para el deporte espectáculo.














