En un espectáculo de supremacía casi ofensiva para la autoestima neoyorquina, los Blue Jays de Toronto no simplemente tomaron ventaja en la Serie Divisional de la Liga Americana; ofrecieron una magistral clase de anatomía, diseccionando con precisión quirúrgica a los otrora temibles Yankees de Nueva York. La novena canadiense, en un acto de irreverente dominio, vapuleó por 10-1 a los autoproclamados Bombarderos del Bronx, quienes arribaron al Roger Centre con la pólvora no solo apagada, sino aparentemente extraviada en algún túnel del metro.
El estadounidense Kevin Gausman, en un arrebato de mezquindad monticular, se adjudicó la victoria tras una labor de 5.2 entradas donde, en un gesto de casi aburrida eficiencia, permitió apenas cuatro imparables, otorgó un par de pasaportes y consiguió tres ponches. Su única concesión, una carrera melancólica, fue una limosna que arrojó a Cody Bellinger con las bases llenas, como si pretendiera mantener un mínimo de decoro deportivo en la masacre.
La ofensiva de los Blue Jays, por su parte, inició el duelo no con bateo oportuno, sino con una demostración de poder que rayó en lo pedagógico. Vladimir Guerrero Jr. pegó un cuadrangular solitario en el primer inning, un anuncio formal de hostilidades ante la desconcertante serpentina del dominicano Luis Gil. Luego, en el segundo capítulo, el mexicano Alejandro Kirk, un hombre cuya estatura parece desafiar las leyes de la física del jonrón, castigó nuevamente a Gil con un monumental palo de vuelta entera que dejó a los Blue Jays cómodamente instalados en el marcador (2-0) y a los Yankees sumidos en la perplejidad.
Tras una breve y dolorosa exhibición de 2.2 entradas, el mánager Aaron Boone, probablemente movido por compasión, retiró a Gil del suplicio. Sin embargo, el relevo de los Yankees, en un acto de solidaridad catastrófica, se dedicó a colgar argollas en el marcador con la diligencia de un joyero en bancarrota. El punto de quiebre, una verdadera ejecución sumaria, llegó en la séptima y octava entradas, donde dos rallies de cuatro carreras cada uno le otorgaron a Toronto una ventaja tan abultada que prácticamente aseguró su pase en su primera Serie Divisional desde 2016, mientras los Yankees parecían ensayar una tragicomedia.
El circo, o lo que queda de él, se reanudará este domingo 5 de octubre en el Roger Centre de Toronto. En el próximo episodio de esta saga, se prevé que Max Fried intente detener la hemorragia por los Yankees, mientras que Trey Yesavage buscará continuar la festividad canadiense por los Blue Jays.
Kirk, el titán inesperado que reescribe la historia
En el capítulo más glorioso de la jornada, el tijuanense Alejandro Kirk, un receptor que demuestra que el poder no entiende de estereotipos físicos, se consagró como el primer pelotero nacido en México que conecta dos cuadrangulares en un mismo juego de Postemporada. Este hombre de 26 años logró la hazaña en lo que era apenas su sexta aparición en los Playoffs del beisbol de Las Mayores, todos vistiendo la casaca de los Blue Jays de Toronto, institución que hoy lo venera como un héroe nacional improvisado.
Kirk conectó su primer batazo de vuelta entera en la parte baja del segundo capítulo y, no satisfecho con eso, selló su nombre en los anales del deporte con el histórico home run en la octava entrada, un exabrupto que sirvió como punto final dorado a una noche de absoluta humillación para el imperio yanqui.