Un ecosistema de realidades futbolísticas dispares converge en un punto de inflexión absoluto: la última fecha del Torneo Apertura 2025. Este 7 de noviembre no es solo una jornada más; es el crisol donde se forjará el liderato general, se asignará el último clasificado directo a los cuartos de final, se reconfigurará el mapa del Play-In, se otorgará el pase restante a ese repechaje e incluso se definirá la distinción individual del título de goleo.
En este tablero de ajedrez estratégico, Cruz Azul y América se perfilan entre el cuarteto de clubes que ambicionan la cúspide de la clasificación general. Mientras tanto, el Guadalajara busca consolidar la sexta posición, un codiciado peldaño que otorga acceso inmediato a la fase de cuartos, y los Pumas de la UNAM anhelan asegurar la plaza final disponible para el Play-In.
La Máquina Celeste arriba a esta instancia decisiva en la posición de honor. Sin embargo, Toluca, Águilas y Tigres acechan con la intención de usurpar su trono. El factor crucial: el equipo comandado por Nicolás Larcamón es dueño de su propio destino. Una victoria frente a los Pumas les garantizará la siembra número uno.
El América también aspira a la cumbre, pero su camino es más complejo. No solo deben imponerse en La Bombonera contra los Diablos Rojos del Toluca, sino que también dependen de que Cruz Azul no sume una victoria en su compromiso.
El Rebaño Sagrado del Guadalajara ocupa actualmente la sexta plaza, el último umbral que evita el repechaje. Con una ventaja de tres unidades sobre el FC Juárez, un empate contra Monterrey les bastaría para certificar su puesto. Incluso, podrían llegar a su encuentro con esa certeza si los Bravos no logran imponerse hoy al Querétaro.
El escenario más intrincado es el de los Pumas. Situados en la décima posición, habitan la franja limítrofe que concede el derecho a disputar el Play-In. Su boleto quedará asegurado si consiguen doblegar al líder, Cruz Azul.














