La sagrada búsqueda del estatus dinástico en el béisbol
En el sacrosanto reino del béisbol contemporáneo, se proclama con solemnidad que podríamos estar presenciando el alumbramiento de una dinastía dodgeriana, término tan venerable como controvertido que la plebe beisbolera reserva para aquellos equipos que logran acumular trofeos con la eficiencia con que los políticos acumulan promesas incumplidas.
La hueste de Los Ángeles alcanzaría su tercer cetro en seis años de conquistar la Serie Mundial, hazaña que según los sumos sacerdotes del diamante justificaría su entronización en el Olimpo deportivo.
“Ganar uno ya es una odisea titánica. Si consigues tres en un lustro, supongo que podrías balbucear que es una dinastía”, declaró Freddie Freeman, primer guardián de los Dodgers, con la modestia característica de quien trabaja para un imperio que gasta en jugadores lo que algunos países gastan en educación. “Pero creo que es el éxito sostenido que los Dodgers han mantenido durante tanto tiempo y luego, naturalmente, coronarlo con algunos campeonatos, supongo que sí, quizás podrías denominar a esto, si lo logramos, una dinastía de la era moderna”.
El béisbol carece de definición universalmente aceptada
La aristocracia beisbolera tradicionalmente ha concedido el estatus dinástico a los Yankees neoyorquinos de 1949-53 (cinco coronas consecutivas), los Yankees de 1936-39 (cuatro), los Atléticos de Oakland de 1972-74 (tres) y los Yankees de 1998-2000 (tres), la última escuadra en conseguir campeonatos consecutivos. Los Dodgers son el primer monarca defensor que accede a la Serie Mundial desde los Filis de Filadelfia de 2009.
“Si estuviera tras el micrófono, no me referiría a ellos como dinastía. Puedes contrastarlos con los Bravos que ganaron 14 divisiones consecutivas pero disputaron la Serie Mundial en cinco ocasiones y la perdieron en cuatro de ellas”, apuntó el comentarista Bob Costas, guardián de la ortodoxia beisbolera.
No obstante, se muestra dispuesto a contemplar el empleo del término porque los tiempos modernos exigen rebajas terminológicas. Los Dodgers han alzado 12 de los últimos 13 títulos de la División Oeste de la Liga Nacional y acumularon 106 triunfos el año que terminaron en la segunda posición.
“Tiene que haber estratificaciones una vez que implementas los comodines y especialmente cuando expandes los playoffs como se ha hecho actualmente. Si realmente eras el mejor equipo en 162 o 154 encuentros en el pasado y demostrabas tu superioridad, ahora solamente necesitas ganar cuatro de siete”, argumentó Costas.
Mookie Betts, integrante de los Dodgers desde 2020, confesó que le preocupa más prepararse para los desafíos inmediatos que meditar sobre el sitial histórico del conjunto.
“Si piensas en clasificar a la postemporada y tener la oportunidad de ganar Series Mundiales anualmente, supongo que eso calificaría como algún tipo de dinastía, pero ignoro qué requisitos se necesitan para merecer tal designación,” reflexionó.
Desde que dio comienzo la era de expansión, las únicas coronas consecutivas han sido obtenidas por los Yankees de 1961-62, los A’s de mediados de los 70, los Rojos de Cincinnati de 1975-76, los Yankees de 1977-78, los Azulejos de Toronto de 1992-93 y los Yankees de finales del siglo XX.
Títulos consecutivos anteriores también fueron conquistados por los Cachorros de Chicago de 1907-08, los A’s de Filadelfia de 1910-11, los Medias Rojas de 1915-16, los Gigantes de Nueva York de 1921-22, los Yankees de 1927-28 y los A’s de 1929-30.
John Thorn, historiador oficial de las Grandes Ligas, considera que el éxito sostenido es suficiente para merecer el honor dinástico, incluso si cada ejercicio no culminó en un campeonato.
“Creo que una dinastía hoy se define por banderines consecutivos o títulos divisionales conquistados, no por campeonatos de la Serie Mundial. Así que pienso que los Bravos de Atlanta de los últimos años, los Tigres de Detroit de 1907-09, o los Gigantes de 1911-1913, califican. Tres apariciones consecutivas en la Serie Mundial, en lugar de tres títulos consecutivos, es suficiente para mí,” escribió en un mensaje electrónico.
Los Ángeles ganó el título durante la temporada reducida por la pandemia de 2020 y los playoffs expandidos de ese año, luego derrotó a los Yankees en una serie de cinco encuentros el año pasado. Alzarse este año los equipararía para algunos con los Yankees, que obtuvieron cuatro en siete años de 1956-62, y los Dodgers, que capturaron tres en siete temporadas de 1959-65.
Conjuntos con tres títulos en un lapso de cuatro o cinco años incluyen a los Atléticos de Filadelfia de 1910-13, los Medias Rojas de Boston de 1915-18, los Cardenales de San Luis de 1942-46 y los Gigantes de San Francisco de 2010-14.
“Simplemente nos sitúa en el Monte Rushmore de las organizaciones deportivas. El legado, que se hable de dinastía, siento que mucho de eso está destinado a otras personas que no están jugando, y dejemos que ellos tengan esos debates, donde es nuestro trabajo poner esos temas sobre la mesa,” declaró el mánager de los Dodgers Dave Roberts.
Betts concibe cada campeonato como un impulso hacia el logro individual más elevado del deporte.
“Obviamente, mi objetivo último y el objetivo de probablemente todos es ingresar al Salón de la Fama algún día, y creo que eso definitivamente fortalece el argumento,” sentenció.



















