Los influencers rescatan al boxeo profesional según Faitelson

En un giro digno de un reality show, David Faitelson ha declarado que el boxeo-espectáculo, ese híbrido entre deporte y circo mediático, podría ser la “tabla de salvación” del agonizante boxeo profesional. Según el comunicador, eventos como Supernova Orígenes son la respuesta divina a la crisis de audiencia que sufre este noble arte, ahora reducido a peleas entre youtubers con más seguidores que técnica.

Con la solemnidad de un profeta moderno, Faitelson aclaró que no se trata de menospreciar a los influencers (¡Dios nos libre!), sino de aceptar que el público prefiere ver a un tiktokero tropezando en el ring que a un púgil olímpico sudando técnica. “El boxeo purista está en cuidados intensivos“, declaró, mientras el fantasma de Muhammad Ali sollozaba en un rincón. “Esto es como darle RCP a un deporte que lleva años ahogándose en su propia sangre, sudor y lágrimas sin ratings“.

El periodista también aprovechó para defenderse de una reciente polémica, donde lo acusaron de ignorar a Alana Flores, estrella de “La Velada” en España. “¡Yo solo pedí que le dieran algo de pantalla a Osmar Olvera, el medallista mundial de clavados!“, exclamó, como si comparar un salto olímpico con un golpe de efecto viral fuera lo más natural del mundo. “Cada quien en su lugar: unos ganando medallas, otros ganando likes“.

Faitelson, convertido en sociólogo de última hora, argumentó que este fenómeno refleja lo que las nuevas generaciones demandan: “Son peleas de boxeo… bueno, más o menos. El público ya no quiere técnica, quiere drama, filtros de Instagram y rivalidades inventadas“. Y remató con datos irrefutables: “En España, La Velada arrasó con 10 millones de espectadores. ¿A quién le importa un nocaut real cuando puedes tener un trending topic?“.

Así, entre cifras virales y nostalgias deportivas, el boxeo profesional se reinventa… o se rinde. ¿El futuro? Un ring donde los guantes brillen menos que los algoritmos.