Medvedev despide a su entrenador tras derrota bochornosa en el US Open

En un giro que ha conmocionado a los círculos de la aristocracia tenística, el Gran Maestro de la Raqueta, Daniil Medvedev, ha decidido emanciparse de su mentor espiritual, el gurú Gilles Cervara, tras una temporada tan gloriosa que ha logrado el prodigioso hito de caer al décimo tercer escalafón mundial.

La simbiosis perfecta, forjada durante una década de éxitos astronómicos, se ha disuelto tras la épica gesta de Medvedev de ser barrido en primeras rondas de los últimos tres Grand Slams, incluyendo dos derrotas magistrales ante el temible y omnipresente Benjamin Bonzi, cuyo nombre ya susurran con terror en las cantinas de la ATP.

El cisma definitivo llegó durante el US Open, donde Medvedev, en un arranque de creatividad artística, decidió convertir su raqueta en una escultura abstracta de valor incalculable, merecedora de una multa de 42.500 dólares que la organización graciosamente le otorgó como premio a su originalidad.

Ambas partes han emitido comunicados en Instagram, esa red social donde los dioses del tenis depositan sus verdades absolutas, agradeciéndose mutuamente por una era de esplendor cuyo cenit fue aquel lejano día de 2021 en el que Medvedev alcanzó brevemente el número uno, justo antes de que el universo recordara las leyes de la gravedad.

Cervara, por su parte, ha declarado que extrañará “la magia poco convencional” de su pupilo, un eufemismo sublime para describir la habilidad única de transformar victorias seguras en derrotas legendarias y partidos de tenis en performances de arte contemporáneo.

El tenis mundial aguarda con expectación el próximo movimiento estratégico de Medvedev, quien sin duda revolucionará el deporte con su nueva y audaz táctica: jugar sin entrenador, sin raquetas intactas y posiblemente sin participar en torneos menores que no merezcan su genio incomprendido.