Una Lección de Resiliencia en el Terreno de Juego
En mi larga trayectoria siguiendo el fútbol de formación, he aprendido que los partidos por el tercer puesto suelen ser los más complejos desde el punto de vista anímico. Tras una semifinal perdida, levantar a un grupo de adolescentes requiere de una labor psicológica monumental. Por eso, el triunfo de la Selección Mexicana Femenil Sub-17 no es solo una medalla, es una masterclass en carácter.
El marcador reflejaba un empate 1-1, pero la verdadera batalla se libraba en la mente de cada jugadora. Recuerdo una situación similar con un equipo juvenil que dirigí; la frustración puede ser una cadena que arrastra a todo el colectivo hacia abajo. Sin embargo, las dirigidas por Miguel Gamero mostraron una madurez envidiable. Supieron contener la presión en los instantes finales y transformar la desgracia rival en una oportunidad. El autogol de Evelin Bonifácio en el minuto 96 fue el giro del guion que solo el deporte puede escribir, un momento desgarrador para una y una ventana de esperanza para la otra.
El Corazón de la Victoria: Más Allá de los Penales
Muchos dirán que ganaron en la tanda de penales, y es cierto, el 3-1 desde los once pasos es incontestable. Pero la lección que me lleva, la que atesoro en mi bagaje, es lo que ocurrió antes. El fútbol es un juego de emociones, y ver cómo las compañeras de Bonifácio corrieron a consolarla, incluso en medio de su propia desesperación, habla de un espíritu deportivo que trasciende el resultado. He visto equipos ganar títulos con menos grandeza que la mostrada en ese gesto de humanidad.
Este bronce es un ladrillo más, sólido y bien colocado, en la construcción del fútbol femenino mexicano. No se trata de una casualidad. He sido testigo de cómo, partido a partido, estas jóvenes han ido ganando en confianza y solidez. Este triunfo no es un punto final, es un punto de partida. Demuestra que el trabajo en las categorías inferiores, cuando se hace con paciencia y una visión clara, rinde frutos. El futuro del balompié nacional tiene, sin duda, nombre de mujer.














