México enfrenta su prueba definitiva en Copa Oro ante Arabia Saudita

La fase de grupos de la Copa Oro dejó claro que el camino para la Selección Mexicana no sería un paseo. Aunque el Tricolor terminó liderando su sector, como muchos anticipaban, los encuentros fueron batallas inesperadas. Recuerdo cómo en ediciones pasadas, equipos considerados “menores” solían ser meros trámites, pero hoy el panorama es distinto. República Dominicana casi logra arrebatar un punto, Surinam mostró una tenacidad admirable, y Costa Rica demostró que sigue siendo un hueso duro de roer.

Esta noche, en el State Farm Stadium de Phoenix, Arizona, comienza el verdadero examen. Arabia Saudita no será un rival sencillo, y con las bajas de César Montes y Luis Chávez —esta última especialmente dolorosa por su lesión en entrenamiento—, el técnico Javier Aguirre debe improvisar. En mi experiencia, estos momentos definen a un equipo: Edson Álvarez en la defensa central puede ser un acierto, pero la banda derecha con Israel Reyes y el mediocampo sin Chávez pondrán a prueba la profundidad del plantel.

México llega como campeón defensor y tras su triunfo en la Nations League, lo que añade presión. He visto cómo estos torneos exigen no solo calidad, sino carácter. Hoy no hay margen: es avanzar o quedarse en el camino. El partido será un termómetro para medir si este equipo está listo para mantener el dominio regional o si, como en otras ocasiones, la falta de contundencia se cobrará factura.

La Copa Oro siempre deja lecciones. Esta noche, el Tricolor debe demostrar que aprendió las suyas.