Foto: Agencia Reforma.
Nahuel Guzmán, guardameta de Tigres, no solo defiende su portería, sino también la dignidad del fútbol mexicano. Tras ser blanco de insultos homofóbicos por parte de la afición de Necaxa, el arquero argentino lanzó un desafío frontal a las autoridades deportivas: ¿hasta cuándo tolerarán la discriminación en los estadios?
En una entrevista con Claro Sports, el “Patón” expuso la hipocresía de un sistema que condena el grito ofensivo en el papel, pero no actúa con firmeza. “No es solo un insulto contra mí, es una herida abierta para todo el deporte”, declaró con vehemencia, cuestionando la efectividad de los protocolos existentes.
Su llamado no es una queja, sino un manifiesto disruptivo: ¿y si en lugar de multas simbólicas, los clubes perdieran puntos en la tabla por conductas discriminatorias de su hinchada? Guzmán propone una revolución en la cultura futbolística, donde la inclusión sea tan estratégica como el marcador.
- Con la pasión que lo caracteriza, el experimentado portero retó a la Federación Mexicana de Fútbol a trascender la complacencia: “Necesitamos líderes con coraje, no cómplices del silencio”.
Este episodio podría marcar un punto de inflexión. Como cuando las protestas de Colin Kaepernick en la NFL cambiaron el debate sobre el racismo, Guzmán convierte el césped en un escenario de transformación social. ¿Está el fútbol listo para esta evolución?
