Poncho González regresa al Atlas con un mensaje cargado de emoción

El Atlas FC ha sellado uno de los fichajes más emotivos del mercado: el retorno de Alfonso “Ponchito” González, un jugador que lleva la esencia rojinegra tatuada en el alma. Como quien vuelve al hogar tras un largo viaje, su llegada no es solo un refuerzo deportivo, sino un reencuentro con la pasión que lo forjó.

Recuerdo cuando Ponchito debutó en 2012: un joven con hambre de gloria y esa entrega que solo tienen los canteranos. Hoy, tras su paso por Monterrey y Pachuca, regresa con la madurez de quien sabe lo que significa defender estos colores. En el video de presentación, su voz quebró al releer su despedida de 2016, un detalle que revela su conexión visceral con la afición.

“Uno no olvida la casa que lo vio nacer”, confesó entre imágenes de sus goles históricos. Esa frase resume lo que muchos jugadores aprenden tarde: el valor de las raíces. En mis años cubriendo el fútbol, pocos regresos han tenido este nivel de autenticidad. No es un discurso preparado; es la voz de alguien que jugó con el corazón y ahora vuelve para cerrar ciclos.

Su incorporación no es nostalgia pura. A sus 30 años, Ponchito aporta experiencia en torneos como la Leagues Cup y sabe lo que es levantar copas (¡esa final de 2021 contra León!). Junto a refuerzos como el uruguayo Pier y el brasileño Ferrareis, forma un mediocampo con equilibrio entre garra y técnica. Justo lo que necesita un Atlas que arrancó el Apertura 2025 con un vibrante 3-2 sobre Puebla.

El sábado ante Cruz Azul, el estadio Jalisco vibrará con su nombre. Y aunque el fútbol moderno gira en torno a datos y tácticas, este fichaje nos recuerda que, al final, el deporte se trata de historias que trascienden lo deportivo. Bienvenido a casa, Ponchito.