La Crisis en el Sótano: ¿Puede el Puebla Levantar la Cabeza?
La imagen del estadio Cuauhtémoc con tribunas desoladas este martes es más elocuente que cualquier estadística. Tras dejar escapar una victoria crucial ante Pachuca, La Franja del Puebla se enfrenta a una realidad sombría: el último lugar de la clasificación general con un magro bagaje de cinco puntos. La pregunta que ronda los pasillos del club es inevitable: ¿cómo se revierte esta espiral descendente?
La desesperación ha llegado a la voz del estratega, Hernán Cristante. Ya no es una invitación, es un ruego público a una afición desencantada. “Necesitamos que nuestra gente no nos abandone”, suplicó el técnico angelopolitano en conferencia de prensa, un gesto inusual que delata la profundidad de la crisis institucional. Pero, ¿basta con el apoyo de la grada para sanar las grietas técnicas y anímicas de un equipo con solo una victoria en diez presentaciones?
Al otro lado del duelo, la narrativa no es mucho más alentadora. Las Chivas Rayadas del Guadalajara, comandadas por el argentino Gabriel Milito, llegan con la frágil confianza que da una victoria por 3-1 sobre el Necaxa. Sin embargo, con 11 unidades, los tapatíos ocupan la undécima posición, aún fuera de la zona de clasificación al playoff del Apertura 2025. Milito insiste en que su equipo recupera “el estilo y la soltura”, pero los números fríos muestran una campaña irregular: tres triunfos, dos empates y cinco reveses.
Una investigación más profunda revela un dato crucial: el último enfrentamiento entre estos equipos, en la Jornada 16 del Clausura 2025, terminó con una ajustada victoria de Chivas en el estadio Akron. Este viernes, sin embargo, el escenario es radicalmente distinto. La presión no recae en el visitante, sino en un Puebla que libra una batalla existencial en su propio feudo.
El partido, programado para el viernes 26 de septiembre a las 21:00 horas en el estadio Cuauhtémoc, trasciende los tres puntos en juego. Para La Franja, es una oportunidad de demostrar que aún late un espíritu de lucha. Para Chivas, es la prueba de si pueden consolidarse como aspirantes reales. La verdadera incógnita es qué equipo está dispuesto a dar un paso al frente cuando más se lo exigen.
