Rayados se desploma ante Pachuca en un debut bochornoso

En un espectáculo digno de tragicomedia, los Rayados demostraron que el éxito en el Mundial de Clubes fue tan efímero como un meme viral. El Pachuca, con la elegancia de un torero ante un toro desorientado, les aplicó una goleada de 3-0 que dejó al Monterrey más perdido que político en debate sin guión.

Domenec Torrent, el estratega que llegó con aires de mesías, debutó en el banquillo regio con la misma eficacia que un paraguas en huracán. Mientras, Santiago Mele, el arquero estrella, recibió tres goles en 45 minutos, como si el arco fuera una tienda de campaña en monzón. Sus atajadas clave —todas anuladas por fuera de lugar— fueron el único consuelo en una noche donde el VAR parecía el villano de telenovela.

El primer tiempo fue un mal presagio: Jorge Rodríguez disparó como si intentara derribar un satélite, y Jesús Corona casi logra un gol de chilena que, irónicamente, pegó en el poste con la precisión de un boomerang mal lanzado. Pero el segundo tiempo fue la verdadera obra maestra del desastre. Cádiz, el delantero de Pachuca, anotó con la tranquilidad de quien paga impuestos con dinero ajeno, mientras el Monterrey defendía como si estuvieran en una coreografía de ballet moderno.

Los cambios de Torrent fueron tan efectivos como poner curita en hemorragia: sacó a Íker Fimbres, metió a Roberto De la Rosa, y el equipo siguió tan perdido como turista sin GPS. Para rematar, Sergio Ramos disparó al cielo como si intentara comunicarse con extraterrestres, mientras Pachuca selló el 3-0 con un gol que parecía tutorial de cómo humillar al rival.

Al final, el Monterrey se fue con la cola entre las piernas, prometiendo mejorar en el próximo partido contra el Atlético de San Luis. O, como dirían los optimistas: “Solo fue el primer round”. Los pesimistas, en cambio, ya piden exorcismo.