Seis equipos desafían a la FMF en medio del inicio del Torneo Apertura 2025

El Torneo Apertura 2025 de la Liga de Expansión comienza hoy en un ambiente enrarecido, marcado por la batalla legal que seis clubes —Leones Negros, Cancún FC, Venados, Atlético Morelia, Mineros y Atlético La Paz— libran ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para reinstaurar el ascenso y descenso en el fútbol mexicano. Desde mi experiencia en el medio, estos conflictos no son nuevos: recuerdo cómo en 2018 la presión de los equipos grandes ahogó cualquier intento de movilidad entre divisiones. Hoy, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y la Liga MX insisten en que la certificación para ascender está disponible, pero los clubes disidentes, junto con Tepatitlán y Alebrijes, la tachan de ser una barrera disfrazada.

Lo que más llama la atención es la estrategia de presión económica: las autoridades retienen el subsidio anual de 20 millones de pesos a los equipos rebeldes, una táctica que he visto usarse antes para silenciar voces incómodas. Alberto Castellanos, presidente del patronato de Leones Negros, lo describe con crudeza: “Cada vez que alzamos la voz, alguien del TAS desaparece o nos llueven sanciones”. No es paranoia; es un patrón repetido. Gio Solazzi, de Atlético La Paz, y el propio Castellanos ya enfrentan procesos disciplinarios, mientras que José Luis Higuera, de Morelia, es el último en sufrir represalias.

Este movimiento, sin embargo, parece más organizado que los anteriores. Los clubes han aprendido de errores pasados: en 2021, la falta de unidad entre los equipos de Ascenso MX permitió que la FMF impusiera su modelo sin oposición real. Ahora, pese a las multas y amenazas, prometen resistir. La pregunta es si el desgaste económico —algo que ha quebrado a decenas de equipos en la historia del fútbol mexicano— terminará por doblegarlos. Por ahora, el balón rueda en la cancha, pero la verdadera jugada se decide en los tribunales y pasillos del poder.