En este oficio, he aprendido que los partidos pendientes siempre cargan con una presión extra única, una especie de deuda que el calendario reclama. Tigres llega a este duelo con la lección fresca de que en el fútbol, dominar el encuentro no siempre se traduce en puntos; ante León tuvieron la pelota, las ocasiones, pero se fueron sin el botín. Es un recordatorio de que la efectividad es el currency real de este deporte.
Juan Brunetta, con esa lucidez que tienen los mediocampistas ofensivos de calidad, lo dice sin rodeos: hay que sumar. No hay otra. En una liga tan corta y vertiginosa como la nuestra, una mala racha de dos o tres partidos sin ganar te puede alejar de la zona de clasificación de manera dramática. He visto temporadas perderse en septiembre por no entender esta simple premia. Su mención a las “sensaciones positivas” es clave; como entrenador, prefiero mil veces un equipo que genera juego y pierde, que uno que gana de manera fortuita. Lo primero es sostenible en el tiempo; lo segundo, una lotería.
Respecto a la estadística en el Akron, Brunetta acierta al mandarla al pasado. En mis años, he visto caer toooodas las rachas. Lo que importa es el once de hoy, la actitud de hoy, la concentración de hoy. Chivas, por su lado, se enfrenta al desafío psicológico más complejo: demostrar que una victoria monumental como la ante América no fue un hecho aislado. Sin “Piojo” Alvarado, pierden a su jugador más desequilibrante, ese que con un gesto puede romper un partido cerrado. Es su oportunidad para que otros jugadores asuman el protagonismo y demuestren que el proyecto de Milito tiene profundidad de plantilla.
Este partido es más que tres puntos; es una declaración de intenciones. Para Tigres, es confirmar que son candidatos al título. Para Chivas, es la chance de demostrar que su mejoría es real y dejar atrás el sótano de la clasificación. En el vestuario, se siente que ganar un partido así te puede dar el impulso anímico para una racha positiva. El que falle, se sumerge en una espiral de dudas. Así de finita es la línea en la élite.













