La selección mexicana conquistó el tercer puesto en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, un logro histórico impulsado por las actuaciones estelares de Valentina Murrieta, designada como la mejor guardameta del certamen internacional.
La atleta veracruzana, que recientemente cumplió 17 años, protagonizó un torneo de ensueño, consolidándose como el pilar defensivo del combinado tricolor. Sus intervenciones decisivas, particularmente en lanzamientos penales, fueron determinantes para que el equipo dirigido por Miguel Gamero alcanzara el podio mundial.
El partido que definió su leyenda
Tras su exhibición ante Italia en cuartos de final, donde neutralizó dos penales durante el tiempo reglamentario y otro en la serie definitiva, Murrieta recibió reconocimientos incluso desde los canales oficiales de la FIFA. La expectativa nacional se concentró en la joven portera, quien demostró una impresionante resiliencia ante la presión global.
La guardameta del Club América mantuvo su portería a cero en cuatro de los siete compromisos que disputó México en el torneo mundial. La arquera solo recibió cuatro goles en 630 minutos de juego, razón por la cual la FIFA la distinguió como la mejor guardameta de la competición.
Legado inmediato en el fútbol del futuro
La canterana azulcrema también fue designada Jugadora del Partido en el duelo por el tercer lugar frente a Brasil, donde nuevamente brilló con paradas clave, incluyendo penales, que resultaron cruciales para la obtención del bronce en Marruecos, sede del Mundial Femenino Sub-17 2025.
