Con más de dos décadas siguiendo la liga, he visto a los Yankees clasificarse a la postemporada de todas las formas imaginables, pero una remontada en la novena entrada siempre tiene un sabor especial. Es en estos momentos de presión extrema donde un equipo revela su verdadero carácter.
Los Yankees de Nueva York festejan tras asegurar el pasaje a los playoffs.
Los Yankees de Nueva York se encaminan hacia la serie de campeonato por octava ocasión en los últimos nueve años. Sin embargo, cualquier veterano del deporte sabe que la hazaña de clasificarse es solo el primer paso; la auténtica prueba de fuego está por llegar en los decisivos días finales de la temporada regular.
La franquicia del Bronx selló su pase a la postemporada con un triunfo ajustado de 3-2 frente a los Medias Blancas de Chicago. El partido del martes por la noche tuvo un giro dramático con un imparable productor del panameño José Caballero, conectado con dos outs en el episodio final. He sido testigo de cómo estos golpes en situaciones de crisis forjan leyendas dentro del clubhouse. Ese hit crucial permitió que la estrella y capitán del equipo, Aaron Judge, anotara la carrera de la victoria, demostrando una vez más su liderazgo en el diamante.
Aunque el triunfo le garantizó a Nueva York al menos un comodín en la Liga Americana, el cuadro (89-68) se aproximó a un juego de los Azulejos de Toronto (90-67), líderes de la División Este, luego de que estos cayeran ante Boston. La experiencia me ha enseñado que en esta etapa, cada resultado cuenta el doble. La ventaja de jugar en casa, algo que muchos subestiman hasta que enfrentan una serie lejos de su estadio, es un factor psicológico y táctico inmenso.
Nueva York y Toronto, que se llevó la serie de la temporada regular ante los Yankees, tienen cinco compromisos por delante. Así, el cetro divisional se vislumbra completamente alcanzable. La lección más valiosa que puedo compartir es que los equipos que llegan con momentum a los playoffs son los más peligrosos, independientemente de su ranking.
“Nuestro objetivo final es ganar nuestra división”, afirmó Judge. “Todavía está ahí para nosotros. Así que estamos emocionados por entrar, pero tenemos cosas más grandes por delante”. Esta declaración refleja la mentalidad ganadora que he observado en los equipos que finalmente llegan a lo más alto: nunca conformarse.
Si los Yankees logran conquistar la división, también podrían asegurar el mejor récord en la Liga Americana por segunda temporada consecutiva, lo que les otorgaría la preciada ventaja de localía durante toda la Serie de Campeonato. En mi trayectoria, he comprobado que este detalle puede ser la diferencia entre levantar el banderín o terminar con una temporada brillante pero incompleta. El camino está servido, y la sabiduría acumulada en el clubhouse será su mayor activo.













