Abelito revela sus planes tras La Casa de los Famosos
En este medio del espectáculo, te das cuenta rápidamente que la fama es un tren que pasa una sola vez. Tras mi experiencia en La Casa de los Famosos México, donde quedé en tercer lugar, aprendí que el verdadero trabajo comienza cuando las cámaras se apagan. Por eso, sin perder un minuto, me integro al reparto de Tenorio Cómico, una producción que promete risas y momentos memorables.
Durante ocho semanas, debutaré en las tablas junto a talentos consagrados como Ninel Conde y Wendy Guevara, así como con la frescura de Karina Torres y los Mascabrothers. Les confieso que el teatro exige una entrega total, muy diferente a la inmediatez de las redes sociales, pero es una lección de humildad y profesionalismo que todo artista debe vivir.
El estreno será el próximo sábado 1 de noviembre, y para esa función especial invitaré a mi compadre Aldo de Nigris. Esta amistad, curiosamente, ha generado algunos malentendidos en mi relación. Como anécdota, les cuento que hace poco desperté diciendo “te quiero mucho, compadre” y dando un beso al aire, lo que provocó una reacción inesperada en mi novia. Este medio es celoso no solo con las relaciones, sino con el tiempo que dedicas a tus proyectos y amistades. Sin duda, la convivencia intensiva en el reality dejó secuelas jocosas en mi vida cotidiana.
La expansión de un proyecto artístico
Más allá del teatro, ya estoy inmerso en la producción de mi primer disco, que incluirá colaboraciones con Ninel Conde, El Malilla y Yeri Mua. En mi trayectoria, he comprendido que la diversificación es clave para la longevidad en este negocio. También incursionaré en series, con un papel secreto en Par de ideotas, el programa de Vadhir y José Eduardo Derbez, aprovechando el impulso obtenido en el reality.
Reflexiones sobre el futuro personal
Durante la presentación del Tenorio Cómico, mostré con orgullo un anillo en mi dedo anular. Aunque por ahora es una promesa, no descarto celebrar mi boda el próximo año. Con los años, he aprendido que los planes personales y profesionales deben equilibrarse con sabiduría. Mi novia y yo aspiramos a formar una familia, pero es un proyecto a largo plazo. Me gustaría llegar a los 31 años con al menos uno o dos pequeños. Como suelo decir, este anillo es de promesa, luego vendrá el de compromiso, dándome un año más de preparación antes de dar el paso definitivo hacia el matrimonio.
