Alana Flores devuelve el golpe a Faitelson tras sus comentarios sobre el boxeo amateur

En un giro digno de una tragicomedia barroca, Alana Flores, la streamer convertida en campeona de boxeo amateur, exhibió con elegancia las contradicciones del periodista David Faitelson, quien, en un arrebato de purismo deportivo, decidió que su misión era defender el honor olímpico desde su trono de tuits.

El evento La Velada del Año 5, organizado por Ibai Llanos, no solo batió récords en Twitch con 9 millones de espectadores, sino que también desató una batalla campal entre los guardianes del deporte serio y los herejes del entretenimiento digital. Mientras los streamers sudaban en el ring, Faitelson, desde su sofá, libraba su propia pelea: la de un hombre contra el irremediable paso del tiempo y la relevancia.

El periodista, en un intento por rescatar su credibilidad, comparó el triunfo de Flores con hazañas olímpicas, como si el mundo no tuviera espacio para ambas. “¿Una niña de 14 años en clavados? ¡Eso sí es deporte!”, clamó, olvidando que, en su juventud, nadie le pedía a un comentarista que saltara desde un trampolín para validar su opinión.

Pero la cereza del pastel llegó cuando, tras demeritar su victoria, se filtró que Faitelson buscaba entrevistar a la propia Flores. La ironía fue tan densa que podría haberse usado como lastre en un submarino. Los seguidores de la boxeadora no dudaron en señalar la hipocresía: “¿Ahora quiere ratings a costa de quien ayer insultó?”, escribió un usuario, mientras otro bromeaba: “Si la entrevista es en el ring, que lleve protector bucal.”

En un mundo donde el deporte y el espectáculo chocan como dos borrachos en un bar, Flores demostró que, a veces, el mejor uppercut no se da con los puños, sino con una captura de pantalla y una sonrisa irónica.