Aleks Syntek celebra 35 años de música sin fronteras en el Auditorio Nacional

En una industria donde las etiquetas suelen dividir, Aleks Syntek ha construido un legado que une. “La música auténtica no entiende de ideologías ni credos”, confiesa el cantautor, recordando cómo, en sus inicios en los 80, enfrentó escepticismo por fusionar géneros. Hoy, su pop inteligente resuena tanto en adolescentes como en adultos, prueba de que la buena melodía trasciende generaciones.

Tras décadas componiendo éxitos, jingles memorables y bandas sonoras, Syntek prepara un concierto conmemorativo en el Auditorio Nacional. “Este escenario simboliza lo impensable para aquel chico que tocaba en cafés”, reflexiona. Su secreto: jamás sacrificar la esencia por tendencias pasajeras. “El público percibe cuando creas desde el corazón”, asegura, citando anécdotas como el éxito inesperado de “Duele el amor”, canción que casi descarta por considerarla “demasiado sencilla”.

Su consejo para artistas emergentes surge de años de aprendizaje: “El verdadero triunfo está en disfrutar cada nota, cada silencio. Recuerdo una gira donde el autobús se descompuso, y terminamos tocando acústico en una gasolinera. Esas vivencias, no los premios, son las que alimentan el alma creativa”. Con esta filosofía, Syntek demuestra que 35 años son solo el inicio.