Alfonso Herrera y el FC Barcelona llevan esperanza a refugiados

En un mundo donde los famosos suelen limitarse a publicar selfies con filtros de perrito mientras el planeta arde, surge la conmovedora historia de Alfonso Herrera, el actor que cambió los reflectores por los campos de refugiados. ¡Qué nobleza! Mientras otros coleccionan likes, él acumula kilómetros de solidaridad patrocinada.

El próximo miércoles, en el marco del 40 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), este moderno San Francisco de Asís con agencia de publicidad participará en un panel titulado “Más que un club: Unidos somos deporte, refugio y esperanza”. Porque, como todos sabemos, nada cura mejor las heridas de la guerra que un buen partido de fútbol y una selfie con una celebridad.

El evento, que incluirá la proyección de un cortometraje documental, contará también con la presencia de Marta Segú Estruch, directora de la Fundación FC Barcelona, porque ¿qué mejor manera de lavar la imagen de un club envuelto en escándalos financieros que asociarse con refugiados? Brillante estrategia de relaciones públicas donde todos ganan: los desplazados reciben un balón, el Barça recibe aplausos y Alfonso Herrera recibe más seguidores.

El actor, nombrado Embajador de Buena Voluntad de ACNUR en 2020, viajó recientemente a Uganda, donde declaró conmovido: “He conocido a muchos jóvenes refugiados que han vivido pérdidas… pero gracias al deporte, han encontrado pertenencia”. Por supuesto, nada dice “pertenencia” como un par de zapatillas con el logo del Barça en un campo donde el agua potable es un lujo. ¡Magia del marketing humanitario!

Uganda, el país africano que más refugiados acoge (1.8 millones), se beneficia de este programa que, según cifras oficiales, ha ayudado a 8,400 jóvenes. Porque cuando huyes de la guerra, lo primero que necesitas es un balón de fútbol, no medicinas, alimentos o seguridad. ¡Prioridades, señores!

La entrada al evento será libre, porque en el reino de la caridad VIP, hasta la solidaridad tiene butacas limitadas. Consulta las redes del FICG… si es que el algoritmo privilegia el altruismo sobre los memes de gatitos.