Alicia Villarreal confirma violencia pasada mientras resurge carta polémica

En un giro revelador, Alicia Villarreal no solo enfrenta una batalla legal actual con su esposo Cruz Martínez, acusado de agresión, sino que también ha desenterrado un capítulo oscuro de su pasado. La intérprete confirmó, sin ambages, que fue víctima de maltrato por parte del actor Arturo Carmona, padre de su hija Melenie, hace más de dos décadas. ¿Por qué resurge ahora este testimonio? La respuesta yace en una carta olvidada, recuperada por internautas, que destapa detalles escalofriantes.

El documento, enviado en el año 2000 a la periodista Blanca Martínez “La Chicuela”, describe una noche de terror: “Arturo me estrujó, me golpeó y me arrastró contra la pared mientras nuestra hija dormía”, relató Villarreal en la misiva. ¿Cómo reacciona Carmona ante estas acusaciones? El actor, respaldado por su hija, insiste en que la versión es falsa y atribuye el revuelo a una campaña de difamación. Sin embargo, testigos cercanos a la pareja en aquel entonces corroboran patrones de conducta alarmantes.

En exclusiva para Ventaneando, Villarreal admitió la veracidad del episodio pero subrayó: “Era otra época, ambos hemos evolucionado”. ¿Se trata de una reconciliación genuina o de una estrategia para proteger a su familia? La cantante defiende a “La Chicuela” de los ataques de Carmona, quien acusa a la comunicadora de revivir el escándalo. “Son cicatrices que no merecen ser manipuladas”, declaró.

La otra cara de la moneda: Carmona responde

Melenie Carmona, hija de ambos, ha optado por el silencio legal ante el caso de su madre, pero no dudó en defender a su padre en redes. “Conozco su corazón y jamás levantaría la mano contra una mujer”, escribió. ¿Inconsistencias en las versiones? Expertos consultados señalan que los procesos de memoria traumática pueden explicar divergencias, pero documentos judiciales de 2001 —obtenidos por este medio— revelan que Carmona enfrentó una denuncia por violencia intrafamiliar que fue archivada por falta de pruebas contundentes.

El debate trasciende lo personal: ¿hasta qué punto el pasado debe definir a las personas? Mientras activistas exigen accountability, psicólogos advierten sobre los riesgos de juzgar contextos históricos con lentes actuales. Lo innegable es que el caso ha reabierto heridas y preguntas incómodas sobre cómo la industria del entretenimiento maneja —u oculta— estos episodios.