Amaury Vergara y Marisa Lazo revolucionan la inversión en cine mexicano

En un movimiento que fusiona filantropía y visión de negocio, Amaury Vergara y Marisa Lazo protagonizaron Pantalla Abierta, un foro clave durante el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Allí desglosaron cómo el estímulo fiscal Eficine se ha convertido en un game-changer para la industria cinematográfica nacional, invitando al sector privado a sumarse a esta revolución cultural.

La Fundación Marisa anunció un programa de mentoría para empresarios que destinen hasta 10% de sus impuestos a proyectos avalados por el Imcine. La segunda convocatoria 2025 abrirá el 15 de junio, con novedades disruptivas: una guía con perspectiva de género para evaluar proyectos, buscando equilibrar la representación femenina tras cámaras.

“No es donación, es inversión social con retorno cultural”, destacó Lazo, CEO de Pastelerías Marisa. “Los proyectos pasan por un filtro profesional que garantiza su viabilidad creativa y financiera”. Mientras, Vergara reveló su participación en más de diez producciones bajo este esquema, heredando el legado de su padre, Jorge Vergara, pionero en mecenazgo cinematográfico.

El modelo permite inyectar hasta 20 millones de pesos por producción y 2 millones en distribución, pero exige excelencia: solo proyectos con 90+/100 puntos en evaluación califican. “La clave está en presentar paquetes completos, no ideas sueltas”, advirtió Vergara a realizadores emergentes.

La productora Inna Payán desmitificó el proceso: “Basta estar al corriente fiscalmente. No hay trámites engorrosos”. Como valor agregado, la fundación conectará directamente a inversionistas con casas productoras, eliminando intermediarios.

Este ecosistema híbrido —donde lo fiscal, lo cultural y lo social convergen— marca un punto de inflexión para el cine nacional. Según Paola Lazo de Fundación Marisa, “no se trata solo de financiar películas, sino de construir narrativas que reflejen la diversidad de México”.