Una actriz se reinventa detrás de la cámara
Tras una trayectoria de casi treinta años en la industria del espectáculo, Ana de la Reguera asume un nuevo rol creativo al codirigir y protagonizar su primer largometraje, “Un hombre por semana”.
La producción, actualmente en fase de posproducción, está programada para su lanzamiento en salas comerciales a principios del próximo año, marcando un giro estratégico en su distribución original.
De plataforma digital a experiencia cinematográfica
Rodrigo de Pedro, director de Videocine, revela el potencial disruptivo del proyecto: “Inicialmente estaba destinada a ViX, pero identificamos tal calidad narrativa y técnica que decidimos su estreno en cines”.
El ejecutivo destaca la versatilidad artística de De la Reguera: “Su sensibilidad creativa redefine las expectativas. He revisado el material en múltiples ocasiones y cada vez descubro nuevas capas de profundidad”.
Sinergia creativa y narrativa contemporánea
Para esta incursión en la dirección, la actriz estableció una colaboración sinérgica con el cineasta Marco Polo Constandse, conocido por su trabajo en “La boda de Valentina”. Juntos codirigieron esta comedia que explora la reinvención personal en la era moderna.
La trama sigue el viaje transformacional de una mujer que, tras una ruptura conyugal, emprende un proceso de redescubrimiento identitario y autonomía emocional.
Precedentes en la narrativa audiovisual
Esta no representa la primera incursión de la veracruzana en la creación de contenido. Anteriormente demostró su capacidad multidisciplinaria en la serie “Ana”, donde fungió como guionista y directora durante un episodio crítico, cuando el director original enfrentó problemas de salud.
Con este estreno, De la Reguera se integra al ecosistema de actores-directores que están transformando el cine mexicano contemporáneo, siguiendo la estela innovadora de profesionales como Luis Gerardo Méndez, Ángeles Cruz, Diego Luna y Gael García Bernal.
Expansión artística y proyección internacional
El año ha significado un momento de diversificación creativa para la actriz de 48 años. Recientemente presentó en el Festival de Cine de Tribeca el drama “Doce lunas”, un proyecto que la enfrentó al desafío de trabajar con actores naturales y situaciones orgánicas, marcando su regreso al género dramático después de una década dedicada principalmente a la comedia.
El rodaje de “Un hombre por semana” se realizó completamente en localizaciones urbanas de la Ciudad de México, capturando la esencia vibrante de la metrópoli contemporánea.



















