Angelina Jolie corona a nuevos talentos en Cannes con su toque de hada madrina

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En un giro que nadie vio venir (excepto todos), Angelina Jolie, la diosa de Hollywood que también lucha contra el mal en la vida real, ha sido nombrada madrina de dos mortales afortunados en el Festival de Cannes. Marie Colomb y Finn Bennett, los elegidos para recibir el codiciado Trofeo Chopard, podrán ahora incluir en sus currículos: “bendecidos por una celebridad que probablemente no recordará sus nombres”.

La actriz, cuya presencia en cualquier evento eleva automáticamente el precio de los canapés, compartirá su sabiduría con estos actores emergentes mientras el mundo observa con envidia. “Es un honor”, dijo Jolie, en lo que solo podemos asumir fue un suspiro cargado de responsabilidad social y contratos de patrocinio.

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SU TRAYECTORIA (O CÓMO SER UNA LEYENDA SIN ESFUERZO)

Caroline Scheufele, la mente maestra detrás del trofeo, declaró con emoción: “Angelina es un modelo a seguir“. Claro, porque nada inspira más a un joven actor que ver a alguien que ya ganó un Óscar, adoptó medio planeta y sigue luciendo impecable en alfombras rojas. Jolie, por su parte, añadió: “Me complace reconocer su trabajo”. Traducción: “Espero que esto no interfiera con mi próxima película sobre moda parisina”.

MUY ACTIVA (EN TODO MENOS EN EVITAR TITULARES)

Mientras el mundo arde literal y metafóricamente, Jolie sigue acumulando proyectos como si fueran abrigos de diseñador: desde interpretar a una diva de la ópera hasta producir dramas de alta costura. ¿Su secreto? Un equipo de asistentes que probablemente merecen su propio trofeo.

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LOS GALARDONADOS (O CÓMO SOBREVIVIR EN LA ERA DEL NEPOTISMO DISFRAZADO)

Marie Colomb, la nueva joya francesa, y Finn Bennett, el británico-irlandés que ya sabe cómo morir dramáticamente en pantalla, recibirán no solo un premio, sino también el privilegio de ser “orientados” por Jolie. Es decir, tendrán acceso a un número de teléfono que seguramente atiende su publicista.

Así, el circo de Cannes sigue girando, donde los premios brillan más que la autenticidad y las hadas madrinas llevan tacones de diseñador.

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