Ariana Grande confirma que la música sigue siendo su prioridad

En mis años siguiendo la industria del entretenimiento, he visto cómo los artistas luchan por equilibrar múltiples pasiones. Ariana Grande es un caso fascinante: mientras conquista Hollywood, reafirma que la música es su esencia. Recuerdo cuando, en 2024, lanzó “Eternal Sunshine” – un disco que demostró su evolución artística. Muchos creyeron que su incursión en “Wicked” marcaba un adiós a los escenarios, pero como suele pasar en este negocio, las apariencias engañan.

Desde mi experiencia, los rumores de retiro suelen surgir cuando un artista diversifica sus proyectos. Ariana lo aclaró con la sabiduría de quien conoce su oficio: “La música es mi sustento”, escribió. Esto me recuerda conversaciones con colegas que, tras años en la industria, aprendieron que el secreto está en la planificación estratégica. La cantante lo confirmó al anunciar conciertos íntimos para 2026, demostrando que cuando se trata de prioridades, la conexión con su audiencia sigue intacta.

Actualmente, mientras promociona “Wicked” – proyecto que, según insiders, demandó años de preparación vocal – y participa en la cinta animada de John M. Chu, Grande muestra lo que en el medio llamamos “juego largo”: la capacidad de crecer sin abandonar los cimientos. Su mensaje a los fans (“Los quiero”) no es solo marketing; en este negocio, esa autenticidad marca la diferencia entre carreras efímeras y legados duraderos.

Como testigo de cómo la industria consume talentos, valoro su enfoque: proyectos cuidados, tiempos bien administrados y, sobre todo, claridad en lo esencial. No es retirarse, es reinventarse – lección que muchos artistas aprenden demasiado tarde.