El debut cinematográfico que esperó dos años
Tras una espera de dos años desde su filmación, Ariel Miramontes, el reconocido comediante conocido como “Albertano”, por fin vivió la noche de estreno de su ópera prima en la pantalla grande, “Desastre en familia“. Pero, ¿qué hace a este proyecto tan especial para el actor, quien había declinado anteriores ofertas cinematográficas? La respuesta podría estar más allá de la simple comedia.
Una narrativa que trasciende la risa
La película, dirigida por Manuel Caramés y que coprotagoniza con Itatí Cantoral, plantea una premisa aparentemente hilarante: un matrimonio que intercambia cuerpos con otros familiares debido a fenómenos paranormales. Sin embargo, en una entrevista previa con EL UNIVERSAL, Miramontes reveló que el filme tiene un trasfondo serio, abordando principalmente el tema del “bullying“. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿estamos ante un giro intentional en la carrera del actor, buscando proyectos con un mensaje social más profundo?
El revelador acompañamiento en la alfombra roja
El evento se tornó aún más significativo cuando el intérprete no acudió solo. Por primera vez, Quetzal, Arim y Kinam, sus tres hijos, lo acompañaron públicamente, presentándose ante el brillo de los flashes. ¿Por qué decidió Miramontes, conocido por guardar celosamente la privacidad de su familia, dar este paso ahora? Las declaraciones del actor a TV Azteca insinúan una razón clave: “ya están grandecitos”. Pero, ¿es esta la razón completa, o existe una intención de integrarlos paulatinamente al mundo del espectáculo?
Los testimonios que revelan aspiraciones
La investigación en el lugar arrojó declaraciones reveladoras. Quetzal y Arim, los hijos mayores, conversaron con la prensa y afirmaron sus intenciones de seguir los pasos de su padre. Quetzal, el primogénito, confesó que al ingresar a su nueva preparatoria y tomar clases de arte, descubrió su interés por la actuación, especialmente la comedia. “Sí se me antoja, la verdad, podría ser comedia, sí”, afirmó, no sin antes expresar su orgullo por la trayectoria de su progenitor, de la cual ha sido testigo desde niño.
Un futuro incierto y las dudas de un padre experimentado
El caso de Arim resulta particularmente intrigante. Miramontes reveló que, de sus tres vástagos, es él quien muestra un mayor interés por las artes, actualmente estudiando piano. No obstante, el comediante expresa un escepticismo saludable basado en la observación. “Él dice que sí, pero yo veo que se desespera mucho… si le gusta, yo lo voy a apoyar”, declaró, cuestionando si la impaciencia característica del joven es compatible con la meticulosidad que exige la profesión actoral.
Conclusión: Más que un estreno, una declaración de intenciones familiares
La premiere de “Desastre en familia” trascendió el lanzamiento de una cinta. Se erigió como un escenario donde Ariel Miramontes no solo debutó como actor de cine, sino que también presentó al mundo a los posibles herederos de su legado artístico. Las revelaciones de la noche pintan un cuadro de una familia unida, con el patriarca apoyando, aunque con prudencia, las incipientes aspiraciones de sus hijos. Este evento marca un punto de inflexión, sugiriendo que el apellido Miramontes podría tener una presencia duradera en el entretenimiento mexicano.
