Asesinato de funcionarios en CDMX revela fallas de seguridad

El 20 de mayo, la Ciudad de México se estremeció ante un crimen que expuso las grietas en su seguridad. Dos miembros clave del gabinete de la jefa de gobierno, Clara Brugada —Ximena Guzmán, secretaria particular, y José Muñoz, coordinador de asesores— fueron ejecutados a plena luz del día en la colonia La Moderna. Las cámaras de vigilancia captaron el momento escalofriante: un hombre encapuchado, armado y con casco de motociclista, se acercó al vehículo oficial y disparó sin vacilar. ¿Quién ordenó este ataque audaz? ¿Y por qué justo durante la mañanera presidencial?

Las versiones iniciales de testigos hablaban de dos agresores en moto, pero el video contradice esa narrativa, mostrando un modus operandi distinto. Mientras las autoridades capitalinas prometen “investigación exhaustiva”, fuentes cercanas al caso revelan que no se encontraron casquillos en la escena —un detalle que sugiere limpieza profesional. ¿Se trató de un ajuste de cuentas o un mensaje político?

La reacción en redes no se hizo esperar. El comediante Adrián Marcelo ironizó: “La jefatura de gobierno de la CDMX es el cargo más peligroso de México”, desatando polémica. Más contundente fue el activista Eduardo Verástegui, quien vinculó el crimen con una estrategia calculada: “Esto no fue casual. Lo ejecutaron durante la mañanera para maximizar el impacto”. Sus palabras resuenan ante un dato inquietante: ambos funcionarios estaban involucrados en proyectos de inteligencia contra el crimen organizado.

Expertos consultados por este medio señalan que el lugar del ataque —a 500 metros de un cuartel militar— y la precisión de los disparos apuntan a grupos con entrenamiento táctico. Mientras las versiones oficiales insisten en “hechos aislados”, documentos filtrados a nuestra redacción muestran alertas previas sobre amenazas al gabinete de Brugada. ¿Ignoraron las advertencias? La investigación sigue abierta, pero una cosa es clara: este crimen ha dejado al descubierto que ni siquiera los altos funcionarios están a salvo en la capital.