Cannes 2025 despliega estrellas y polémicas en una edición histórica

La 78ª edición del Festival de Cannes arrancó con una energía disruptiva, fusionando cine de autor y blockbusters en un escenario donde la inteligencia artificial y la realidad extendida (XR) ya son parte del debate creativo. Juliette Binoche lidera un jurado diverso que incluye desde leyendas como Robert De Niro —honrado con una Palma de Oro 49 años después de Taxi Driver— hasta voces emergentes que desafían los cánones tradicionales.

La competición por la Palma de Oro se tiñe de relevancia geopolítica: mientras Ucrania recibe un homenaje con tres películas, la sombra de los aranceles propuestos por EE.UU. a producciones extranjeras genera tensiones. “El cine es un lenguaje universal, no una transacción”, declaró Binoche, en una ceremonia donde la sostenibilidad —con alfombras rojas libres de plásticos— y la inclusión marcaron la agenda.

Tom Cruise regresa con Mission: Impossible – The Final Reckoning, pero el verdadero protagonismo lo tienen filmes como Alpha de Julia Ducournau, que explora la hibridación humano-tecnológica, o The Phoenician Scheme de Wes Anderson, un experimento narrativo con NFTs integrados. Cannes 2025 no solo exhibe películas: redefine cómo se consume el arte cinematográfico, con proyecciones inmersivas y meet-and-greets en el metaverso para fans globales.

Las nuevas normas del festival —desde códigos de vestimenta hasta la prohibición de spoilers en redes sociales— reflejan un ecosistema en transformación. Mientras Halle Berry desafiaba los protocolos con un diseño de moda digital, el Palais se convertía en laboratorio de cómo el cine navegará entre tradición y disrupción en la era post-streaming.

Hasta el 24 de mayo, Cannes será el termómetro de una industria que ya no debate solo sobre cámaras, sino sobre blockchain, ética algorítmica y la reinvención de la experiencia audiovisual.