Carlos Rivera fusiona tradición y modernidad en su nuevo EP
Inmerso en la atmósfera ancestral de Huamantla, Tlaxcala, Carlos Rivera desvela su más reciente producción discográfica: un EP titulado “Vida…” que constituye una oda existencial a los matices de la experiencia humana, potenciado por su lanzamiento durante las celebraciones del Día de Muertos en México.
Reivindicando sus orígenes, la presentación oficial del proyecto musical se realizó en Casa Huamantla, propiedad del cantautor, ambientada con la paleta cromática, aromas y sabores característicos de estas festividades patrimoniales.
El contexto se complementaba con el desfile tradicional de catrinas en las inmediaciones y la exhibición de tapetes artesanales elaborados con productos orgánicos como frutas, verduras, palmas, hojas de maíz y la icónica flor de cempasúchil.
Seis composiciones emocionales
“Vida…” integra seis tracks disponibles en todas las plataformas digitales, explorando el duelo desde múltiples perspectivas: desamor, desapego, legado familiar, pero también contrapuntos vitales como el amor y la resiliencia.
Acompañado por guitarristas acústicos y el mariachi Gama 1000, el intérprete tlaxcalteca -quien compartió el momento con su esposa Cynthia Rodríguez, familiares y amistades- enfatizó que el álbum no glorifica la muerte sino que exalta la existencia.
“Representa un orgullo trascendental presentar por primera vez un material discográfico en mi tierra natal. Son canciones que emergieron del corazón y retornan al corazón, conectándome con mis raíces. Tras 15 años, regreso a la esencia del mariachi fusionándolo con elementos contemporáneos para proyectar esta música que me inspiró desde la infancia hacia audiencias globales”, declaró Rivera.
Homenaje sonoro
El tracklist incluye “Larga Vida”, “No Es Para Menos”, “Almas”, “Alguien”, “Calavera” y “Cuento de Nunca Acabar” -este último un dueto con Ana Bárbara-. El artista reveló que durante el proceso compositivo visualizaba sus celebraciones familiares infantiles y la necesidad de honrar a quienes ya no están físicamente.
“No celebramos la partida sino la vida de quienes nos brindaron felicidad y enseñanzas. Ante pérdidas significativas, valoramos más a quienes permanecen y anhelamos su longevidad. Se trata de conmemorar la existencia”, reflexionó.
“La vida engloba experiencias multifacéticas: el amor, la belleza del enamoramiento, pero también los obstáculos relacionales y personas que eventualmente nos decepcionan”, explicó el cantante.
Momento catártico
El clímax emocional llegó con la interpretación de “Almas”, pieza cargada de significación personal para Rivera al representar el tributo más conmovedor a su padre, motivo por el cual Casa Huamantla albergaba una ofrenda monumental.
“Existen canciones que ojalá nunca hubiera necesitado escribir, pero la vida nos confronta con realidades inesperadas. Lo crucial es afrontarlas con autenticidad, pues la evasión solo prolonga la comprensión del proceso. Con la madurez, experimentamos la partida de seres queridos. Esta composición aborda esa universalidad y quienes hayan transitado por duelos identificarán su esencia, porque el dolor ante la pérdida de personas significativas es natural e inevitable”, compartió Rivera.















