Christian Nodal enfrenta demanda por presunta falsificación de contratos

El fenómeno musical Christian Nodal se convirtió en el centro de un escándalo jurídico al presentarse ante el Juzgado Sexto de Distrito en la Ciudad de México, donde enfrenta una demanda de Universal Music por la presunta alteración de 32 contratos. La disquera alega que el artista intentó apropiarse ilegalmente de los derechos de sus propias grabaciones.

¿Es este el síntoma de un sistema obsoleto? La industria musical, anclada en contratos arcaicos, choca con una generación de artistas que exigen control creativo. Nodal, acompañado de su equipo legal, compareció ante las autoridades para defender su postura: los fonogramas son suyos. Pero Universal insiste en que los documentos carecen de validez, argumentando que financiaron la producción a través de JG Music, la agencia manejada por el padre del cantante.

El caso escaló cuando Sony Music, la nueva casa discográfica de Nodal, fue arrastrada a la investigación. ¿Colaboración o coincidencia? El abogado de Universal, Agustín Liñán Salinas, reveló que se indaga si hubo complicidad en la supuesta falsificación. Sony intentó salir del litigio, pero el juez rechazó su petición, añadiendo capítulos a este drama legal.

Mientras los abogados debaten cláusulas, Nodal desafiaba la gravedad del momento con sonrisas y selfies en los juzgados. ¿Inocencia o estrategia? Este caso no solo define el futuro del artista, sino que podría reescribir las reglas de propiedad intelectual en la era digital, donde los creadores buscan emanciparse de los gigantes corporativos.

¿Estamos ante un nuevo paradigma donde los artistas recuperarán el poder, o es solo otro round en la eterna pelea entre talento y corporaciones? La respuesta podría cambiar la música para siempre.