El regreso de una leyenda viva
Tras ocho años de ausencia en la gran pantalla, el actor Daniel Day-Lewis, considerado por muchos como el mejor intérprete vivo, rompe su retiro con “Anemone”, una película dirigida y coescrita por su hijo, Ronan Day-Lewis.
Lo que comenzó como un proyecto íntimo y sin grandes pretensiones evolucionó hacia un largometraje completo, marcando el tan esperado regreso del actor al séptimo arte.
Un Retiro Reconsiderado
En una conversación junto a su hijo, Day-Lewis reflexionó sobre su decisión: “Me entristeció haberme quizás excluido de esto cuando decidí explorar otros caminos”. El intérprete confesó que la perspectiva de volver al complejo aparataje de una producción cinematográfica le generaba cierta aprensión inicial.
“Sin embargo, seguimos avanzando para descubrir adónde nos llevaba el proceso creativo”, añadió. “Y el resultado es esta película”.
Una Narrativa Contemporánea
“Anemone”, que se presentó en el Festival de Cine de Nueva York y ya está en cartelera gracias a Focus Features, muestra a un Day-Lewis de 68 años con la misma intensidad y magnetismo interpretativo que lo caracteriza.
La cinta presenta una historia de relación paterno-filial, aunque no autobiográfica. Day-Lewis encarna a Ray Stoker, un ermitaño que vive en una cabaña aislada, cuyo hermano (interpretado por Sean Bean) intenta reconciliarlo con su hijo adolescente.
Reconexión con la Esencia Creativa
Desde su última aparición en “Phantom Thread” (2017), el actor se dedicó a estudiar luthería en Boston. Con el tiempo, llegó a considerar que su anuncio de retiro fue prematuro o no reflejaba completamente sus intenciones reales.
El gesto más significativo hacia su hijo podría no ser simplemente hacer una película con él, sino volver al centro de atención por este proyecto. Durante su presentación en el festival, Day-Lewis mostró una actitud humilde y rejuvenecida, bromeando sobre su autoimpuesto retiro y aceptando con naturalidad la atención que había evitado durante la última década.
Legado y Renovación Artística
Day-Lewis reconoce en Ronan, pintor de 27 años que debuta en la dirección, la misma dedicación absorbente hacia la creación visual que ha caracterizado su propia carrera. Mientras el joven creció admirando el trabajo de su padre desde cierta distancia, ahora colaboran en igualdad de condiciones creativas.
El actor parece haber evitado en “Anemone” la sensación de vacío que experimentó tras “Phantom Thread”. Aunque no anuncia próximos proyectos, reconoce sentirse capacitado para continuar. Ha llegado a una reconciliación con su lugar fundamental e irrevocable en el mundo de la interpretación.
“Para mí, escribir fue un territorio nuevo que nunca me había atrevido a explorar”, confiesa. “Puedes comenzar desde la nada absoluta y el hambre creativa puede emerger de esa ausencia inicial”.
