Daniela Castro acusa a Ana María Alvarado de ejercer bullying en su juventud

¿Qué hay detrás de la polémica entre Daniela Castro y Ana María Alvarado? La actriz rompió su silencio en una entrevista con Yordi Rosado, desmintiendo las acusaciones de la conductora y revelando una versión oculta de su pasado escolar. Castro asegura que fue Alvarado quien ejerció acoso escolar contra sus compañeras, contradiciendo la narrativa pública.

El conflicto se desató cuando Danka, hija de la actriz, confesó en el programa de Burro Van Rankin haber sufrido bullying en la primaria, incluyendo agresiones físicas. Ana María Alvarado reaccionó recordando su época estudiantil con Castro, insinuando una ironía en la situación. Pero, ¿qué pruebas respaldan estas afirmaciones?

La intérprete de telenovelas no solo negó las acusaciones, sino que lanzó una bomba: calificó a Alvarado de “pseudoperiodista” y la vinculó con un escándalo legal contra Maxine Woodside. “Tú le diste la espalda a la ‘reina del radio’”, declaró Castro, cuestionando la credibilidad de su detractora.

Documentos escolares de la época podrían aclarar este duelo de versiones. Castro insiste en que apenas coincidieron un año y que Alvarado no pertenecía a su círculo social. ¿Por qué entonces la conductora asegura recordar detalles específicos del comportamiento de la actriz?

En su réplica transmitida en vivo, Alvarado negó haberse regodeado del sufrimiento de Danka: “Jamás diría que está bien el bullying”. Sin embargo, admitió que Castro solo estuvo un año en su escuela, cuando ya era famosa por “Cachún Cachún Ra Ra”. Esta discrepancia temporal abre nuevas preguntas sobre la veracidad de ambos relatos.

Este enfrentamiento va más allá de un simple intercambio de declaraciones. Expone un patrón recurrente en la industria del espectáculo: ¿cómo afectan las rivalidades del pasado a las figuras públicas décadas después? Las redes sociales han convertido este caso en un debate sobre memoria selectiva y responsabilidad en la era digital.

Mientras los seguidores de ambas personalidades toman partido, queda una incógnita crucial: ¿quién realmente ejerció bullying en aquellos años escolares? Sin registros objetivos, este caso se convierte en un testimonio de cómo el poder de los medios puede reescribir la historia personal.