Diddy acusado de profanar la memoria de Biggie en un acto sexual

El magnate del hip-hop, Sean “Diddy” Combs, demuestra una vez más que su creatividad no tiene límites, aunque esta vez no en un estudio de grabación, sino en un almacén lleno de reliquias musicales. La nueva demanda en su contra describe una escena digna de un guión surrealista: el empresario, en un arrebato de devoción artística (o quizás de narcisismo desbordado), habría utilizado una camisa del difunto Notorious B.I.G. como objeto de placer solitario.

Según los documentos judiciales, el demandante, identificado como John Doe, relata cómo Combs transformó lo que debía ser una sesión de escucha privada en Los Ángeles en un ritual psicodélico con ketamina y nostalgia morbosa. Después de llevar a sus invitados a un santuario de ropa del icónico rapero asesinado, Diddy supuestamente decidió rendir homenaje a Biggie de la manera más inesperada: masturbándose con su camisa mientras murmuraba un ambiguo “Descanse en paz”.

Pero no contento con este performance de conducta sexual inapropiada, el demandante alega que Combs ya había ensayado su peculiar estilo de liderazgo en 2005, cuando, según el relato, intentó convertir un encuentro casual en una lección no solicitada de anatomía.

Mientras el equipo legal del rapero insiste en que estas acusaciones son tan falsas como las rimas de un SoundCloud rapper, la ironía no pasa desapercibida: apenas una semana después de ser absuelto de tráfico sexual, Combs ahora enfrenta cargos por convertir prendas de vestir en fetiches involuntarios.

Con una audiencia de sentencia programada para octubre, el autoproclamado “rey del Bad Boy” parece decidido a mantener su corona, aunque sea en el reino de los escándalos judiciales. Y mientras tanto, la industria musical se pregunta: ¿es esta la forma más absurda de honrar el legado del hip-hop o simplemente otro capítulo en el manual de “cómo arruinar una carrera en diez actos”?