Diego Luna desnuda el miedo migrante en el sueño americano

En un giro cósmico del destino, Diego Luna, el mismo que una vez recorrió carreteras mexicanas en busca de identidad, se convirtió en conductor temporal del circo televisivo de Jimmy Kimmel. ¿Su acto principal? Denunciar que el “sueño americano” se ha convertido en una pesadilla burocrática con patrullas fronterizas.

“Hoy los inmigrantes temen hasta respirar el mismo aire que los ‘verdaderos patriotas'”, declaró Luna, mientras el público aplaudía entre sorbos de café de comercio justo. “Miedo de ser deportados al salir del Starbucks, miedo de que sus hijos aprendan inglés con acento… ¡Qué ironía! Los mismos que construyeron este país ahora deben esconderse en sus sombras”.

El actor, con la sutileza de un machete, arremetió contra el fenómeno Trump: “Es fascinante. Un hombre que convirtió la xenofobia en plataforma política ahora vuelve a la Casa Blanca, como un villano de telenovela que nadie logra cancelar”.

Entre risas nerviosas del estudio, Luna recordó que los migrantes sostienen la economía estadounidense: “Pagan impuestos hasta por el oxígeno que consumen, pero algunos prefieren creer que viven del ‘welfare’ mientras cosechan sus tomates”.

El programa, aderezado con invitados de Star Wars —franquicia que sabe de imperios opresores—, terminó con un mensaje claro: en el país de las oportunidades, algunos solo tienen derecho a las deportaciones.