El alto costo de la perfección: cuando la innovación estética falla
Dorismar navega por un panorama complejo tras someterse a una rinoplastia. La influencer y actriz argentina, de 50 años, ha documentado en sus canales digitales su trayecto de recuperación, luego de que una tercera operación correctiva aparentemente derivara en complicaciones.
Su trayectoria pública comenzó en el modelaje argentino a los 17 años. Tras su traslado a Miami en el 2000, se integró a Univisión, participando en “El Gordo y la Flaca” y conduciendo “Caliente” hasta 2006. Este periodo la posicionó como un icono latino en EE.UU., con portadas en publicaciones como “Playboy” y lanzamientos de calendarios anuales.
Complicaciones postoperatorias y la búsqueda de soluciones
Al establecerse en México en 2007, se unió a Televisa, participando en programas de comedia y variedad, e incursionó en la actuación con telenovelas como “Triunfo del Amor”. Paralelamente, expandió su marca con sesiones fotográficas y el lanzamiento de un álbum musical.
El relato de una negligencia médica
Según reportes, Dorismar se sometió a varias rinoplastias reconstructivas recientes. En una segunda intervención, el médico habría remodelado el tabique nasal de manera excesiva, dejándolo pequeño y curvado, e insertó un implante sintético sin el consentimiento explícito de la artista. Este material fue rechazado por su organismo, generando una infección que el profesional minimizó. A pesar de seguir el protocolo de rehabilitación al pie de la letra, la estructura de su nariz colapsó, resultando en una función respiratoria comprometida y cicatrices visibles.
Consecuencias físicas y emocionales de los procedimientos
En un intento por rectificar el daño, el mismo cirujano realizó una tercera operación en 2024 con un implante considerado “avanzado”, que también fracasó. Ante las lesiones por negligencia profesional, Dorismar viajó a Colombia para recibir atención especializada urgente. Mediante un video en sus redes, mostró el inicio de su nueva recuperación, expresando esperanza en este procedimiento a cargo de un especialista de renombre. “Para los que no saben, después de una mala praxis, viajé a Bogotá, Colombia, a operarme con una eminencia. Estoy obteniendo muy buenos resultados, me encuentro muy feliz; es mi primer día de rehabilitación”, compartió, notándosele cierta dificultad para respirar.
