Ed Sheeran revive su pasión por México en un íntimo concierto en el Tenampa

Hace ocho años, Ed Sheeran dejó su huella en México, pero esta vez decidió sumergirse en la esencia misma de la cultura musical del país. El Salón Tenampa, ubicado en el vibrante corazón de la Plaza Garibaldi, fue testigo de un momento único: trompetas, murales de leyendas como Juan Gabriel y Lucha Villa, y un calor que poco tiene que ver con su Londres natal. Organizado por Spotify, este showcase no fue un simple concierto, sino un reencuentro con sus raíces y sus seguidores más fieles.

Recuerdo la primera vez que pisé un lugar como el Tenampa, lleno de historia y tradición. Sheeran, con su guitarra en mano, logró capturar esa magia. “He estado dando conciertos pop por todo el mundo, pero quería hacer algo diferente aquí”, confesó. Y vaya que lo hizo. Desde éxitos como “Don’t” hasta “The A Team”, cada canción vino acompañada de una anécdota personal, como cuando presentó “Old phone”, un tema inédito compuesto en 2009. “Tiene casi la misma edad que yo cuando la escribí”, bromeó, secándose el sudor.

Lo más memorable fue cómo transformó el espacio en algo íntimo. En un gesto inesperado, cantó directamente a un teléfono en videollamada, rompiendo barreras entre artista y público. “Slowly”, una canción que ni siquiera estaba en el setlist, se convirtió en un momento de conexión pura. “No fue divertida de escribir, pero sí de grabar”, admitió, pidiendo silencio para entregarse por completo.

El cierre fue emotivo. “Perfect” y “Shape of you” resonaron en el salón, pero fue “The parting glass”, una canción tradicional irlandesa, la que selló la noche. “Mi papá es irlandés, y aunque los lugares donde se toca esta música son distintos, la energía es la misma”, compartió. En mi experiencia, son estos detalles los que convierten un concierto en una experiencia inolvidable. Sheeran no solo cantó; revivió la esencia de lo que significa compartir música con autenticidad.