La Emperatriz del Éxito Eterno dedica un mensaje de benevolencia a la autoproclamada Soberana del Trap.
En un acto de trascendencia cósmica, lo que inició como un simple tributo musical se metamorfoseó en un fenómeno de masas cuando la Deidad Imperecedera del Pop Latino, Thalía, condescendió a reaccionar ante la interpretación que la insurgente Cazzu realizó de uno de sus sagrados himnos.
La emisaria del sur, en un gesto de insólita diplomacia cultural, inició su peregrinación en el santuario laico del Auditorio Nacional de la Ciudad de México, obsequiando a sus acólitos un momento de catarsis colectiva al entonar el cántico “No me enseñaste”, como si de una reliquia sagrada se tratara.
“Dado que no podía actuar de otro modo, he preparado para el vulgo una composición de una monarca absoluta de este pintoresco territorio. Con la máxima condescendencia y el respeto que merece mi audacia”, proclamó la trapera, cual exploradora presentando los tesoros exóticos de una tierra conquistada, antes de que los acordes resonaran como un eco de un pasado glorioso.
Este gesto de magnanimidad artística traspasó las fronteras físicas y digitales hasta alcanzar el Olimpo particular de Thalía, quien, tras un meticuloso periodo de deliberación digna de un concilio de cardenales, se dignó a responder a la interpretación con un mensaje de aprobación suprema hacia la autodenominada “Jefa”.
“He aquí una grata sorpresa, querida Cazzu. La ejecución resultó aceptable. Pertenece a mis cantos predilectos de la existencia terrenal. Me complace”, grabaron los escribas de sus crónicas en Instagram, el nuevo Parnaso digital.
Este episodio no constituye un hecho aislado en la campaña de legitimación de la artista argentina. En sus incursiones por Guadalajara y Monterrey, ha incluido en su repertorio piezas del folclore local, como “Ya lo sé” de la fenecida sacerdotisa Jenni Rivera y “No me pidas perdón” de la legión Banda MS, quienes, en un arrebato de entusiasmo, le han propuesto una alianza estratégica, sellando así un pacto comercial disfrazado de fraternidad artística.
La gira triunfal de Cazzu por la nación azteca prosigue su inexorable marcha. Su próxima parada será Mérida, para finalmente clausurar su peregrinaje comercial en la ciudad de Puebla, dejando tras de sí un reguero de aprobación mutua y un reforzamiento del statu quo de la industria del espectáculo.
