Elmo hackeado publica discurso de odio en un giro tragicómico

En un giro digno de un guion distópico, Sesame Workshop se vio obligado a declarar la ley marcial digital tras descubrir que la cuenta de su peluche estrella había sido secuestrada por un hacker con más moral que un congresista en subasta. El atacante, demostrando el refinamiento intelectual propio de quien bebe de los charcos de 4chan, transformó al tierno Elmo en un agitador supremacista, intercambiando abrazos virtuales por diatribas que harían palidecer a un presentador de Fox News.

«La cuenta fue violada por un energúmeno que usó a nuestro muñeco como megáfono para proclamas que ni Goebbels en su peor resaca», admitió un portavoz, mientras limpiaba el sudor de su frente con un guión de Barrio Sésamo de 1987. La organización, conocida por enseñar a los niños a compartir, ahora aprende la lección de que en Internet hasta un monstruo de felpa puede convertirse en altavoz de la intolerancia.

Los 650.000 seguidores del personaje, acostumbrados a mensajes sobre la letra Ñ y la importancia de lavarse los dientes, se encontraron con un manual de odio que mezclaba fake news con referencias a Epstein, en lo que algunos analistas ya llaman «el crossover más perturbador desde que Telecinco adaptó a Kafka».

Mientras la plataforma X (antes Twitter, antes pozo de dignidad) finge demencia corporativa, los usuarios se preguntan: ¿Fue esto un ataque cibernético o simplemente Elmo revelando su verdadero yo tras años de reprimir sus impulsos en un barrio donde hasta las latas de basura cantan sobre la diversidad?

La ironía alcanza su cenit al recordar que esta misma cuenta se había convertido en gurú de salud mental, demostrando que en las redes sociales cualquier cosa puede pasar de terapeuta a toxica en menos de 280 caracteres. ¿Próximo episodio? Big Bird explicando teorías terraplanistas con ayuda de los números del 1 al 10.