Federica Quijano desafía los prejuicios sobre la maternidad

Reinventando la Maternidad: Una Revolución de Amor y Convicción

Federica Quijano y sus hijos.

¿Qué sucede cuando una mujer decide desafiar los arquetipos convencionales de familia? Federica Quijano, integrante del grupo Kabah, enfrentó su mayor temor: que su orientación sexual le impidiera formar la familia que anhelaba. Al no poder ser madre biológica, emprendió un camino alternativo que transformaría su vida y desafiaría paradigmas sociales arraigados.

El Camino de la Adopción: Una Odisea Transformadora

La artista investigó exhaustivamente y acudió a un albergue para menores en situación de abandono. Tras superar obstáculos burocráticos, María llegó a su vida con apenas tres meses de edad, marcando el inicio de una nueva concepción familiar.

Sebastián: Un Encuentro Destinado

Posteriormente conoció a Sebastián, un infante encontrado en condiciones extremas: abandonado en la basura, con neumonía, rinitis, descalcificación y mordidas de animales. Federica decidió adoptarlo cuando el pequeño tenía un año y cinco meses, un proceso que se agilizó gracias a sus antecedentes en adopciones previas.

Sebastián presenta trastorno del espectro autista, una condición del neurodesarrollo que afecta la percepción e interacción con el entorno. La cantante ha emprendido una curva de aprendizaje acelerada para comprender y apoyar el desarrollo neurodivergente de su hijo, demostrando que el amor maternal trasciende cualquier diagnóstico.

Confesiones Íntimas: Vulnerabilidad y Valentía

En una conversación reveladora con su hermano Apio en el podcast “Pipiris Nights”, Federica Quijano admitió sus temores más profundos: llegó a considerar que su bisexualidad podría comprometer la custodia de sus dos hijos. La presión social exigía que encarnara el ideal de madre “perfecta”, mientras instituciones educativas insistían en la necesidad de una figura paterna tradicional.

“Como mujer bisexual que adoptó, enfrenté expectativas irreales: ser la madre perfecta para el niño perfecto en una familia convencional. Encontré instituciones educativas que condicionaban el acceso a la presencia obligatoria de un padre”, reveló la artista.

El Peso del Juicio Social

La intérprete confesó haber vivido sumida en aprensiones constantes: “Experimenté temores múltiples: desde ser agredida y juzgada hasta la posibilidad de que me separaran de mis hijos”.

Esta narrativa no es simplemente la historia de una adopción; es un manifiesto disruptivo que cuestiona los modelos familiares heredados y propone una redefinición radical del concepto de maternidad, donde el amor prevalece sobre las estructuras sociales convencionales.

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