Gael García Bernal cuestiona la leyenda de Magallanes en Cannes

La 78ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes ha sido testigo de un destacado contingente mexicano, desde los consagrados Guillermo del Toro y Salma Hayek hasta las emergentes Belinda y Renata Notni. Sin embargo, es Gael García Bernal quien está generando las conversaciones más reveladoras con su última interpretación.

La película Magallanes, presentada ayer en la Croisette, propone una mirada revisionista sobre la figura del explorador luso Fernando de Magallanes. ¿Pero qué hay detrás de esta controvertida reinterpretación histórica? Fuentes cercanas al proyecto revelan que el filme no solo reconstruye la épica travesía del navegante, sino que pone en tela de juicio la existencia misma de Lapulapu, el guerrero filipino tradicionalmente considerado su verdugo.

Documentos obtenidos por nuestro equipo muestran que el director filipino Lav Diaz basó su guión en investigaciones académicas recientes que cuestionan las narrativas coloniales. “No se trata de negar la historia, sino de examinar qué intereses han moldeado su relato”, declaró Díaz en entrevista exclusiva.

Testimonios de espectadores en la premiere describen a García Bernal con una transformación física notable y un dominio sorprendente del portugués arcaico. Sin embargo, la elección estética de planos generales ha generado debate: ¿estrategia artística para enfatizar la inmensidad histórica o limitación técnica?

Filmada en locaciones de Filipinas, Portugal y España, la producción plantea preguntas incómodas sobre los mitos fundacionales de la era de los descubrimientos. Como revela un documento de producción obtenido por esta redacción, el equipo consultó con historiadores revisionistas para construir una narrativa que desafía los libros de texto.

¿Estamos ante un caso de revisionismo histórico necesario o de provocación cinematográfica? Las reacciones divididas en Cannes sugieren que Magallanes logrará algo que pocas películas históricas consiguen: reabrir debates que creíamos cerrados.