Hollywood descubre el fuego por segunda vez con remake de dragones

En un giro que nadie pidió pero que todos esperábamos (porque, claro, Hollywood ya agotó su inventario de ideas originales hace tres décadas), DreamWorks y Universal han decidido resucitar Cómo Entrenar a tu Dragón, pero esta vez con humanos de verdad. ¡Qué audacia! ¿Quién hubiera imaginado que podríamos ver la misma historia dos veces, pero con actores que sudan en lugar de dibujos que no exigen seguro médico?

El director Dean DeBlois, en un acto de autoplagio digno de estudio, ha decidido que nadie mejor que él para copiarse a sí mismo. Tras firmar el original animado, ahora nos entrega la versión “live action“, porque, como bien sabemos, el cine ya no es arte sino un ejercicio nostálgico de “¿recuerdas esto que ya viste?”. Eso sí, con un presupuesto diez veces mayor para compensar la falta de imaginación.

La trama, por si alguien la había olvidado (o para quienes no hayan visto las 47 repeticiones en televisión), sigue a Hiccup, interpretado por Mason Thames, un adolescente que descubre que la amistad con un dragón discapacitado es más rentable que cualquier terapia. Toothless, el reptil en cuestión, sigue siendo el mismo adorable arma de destrucción masiva, aunque ahora con texturas de piel que harán llorar a los fanáticos del CGI.

Lo más irónico del asunto es que, según los críticos, esta es “una de las mejores adaptaciones“. Claro, porque copiar cuadro por cuadro una película ya existente es ahora sinónimo de “espectacular“. ¿Innovación? ¿Riesgo? No, gracias. Preferimos el confort de lo conocido, aunque cueste $200 millones y dos horas de nuestro tiempo.

Eso sí, hay que reconocer que Gerard Butler vuelve a gritar como vikingo, Nico Parker demuestra que el nepotismo hollywoodense sigue vivo, y los efectos especiales son tan buenos que casi hacen olvidar que estamos viendo el mismo guion por segunda vez. ¿El verdadero triunfo? Que el público seguirá pagando por nostalgia, mientras las productoras celebran haber descubierto la fórmula mágica: si algo funcionó una vez, ¡funcionará eternamente!

Así que prepárense, porque si esta tendencia continúa, pronto veremos “Toy Story” con muñecos reales (y la voz de Tom Hanks cobrando el doble) y “Frozen” con actores de carne y hueso resbalando en hielo de mentira. El circo no para, y nosotros seguimos comprando entradas.