Conéctate con nosotros

Espectáculos

Jennifer Lawrence desnuda las sombras de la maternidad en su nuevo filme

La actriz revela cómo su experiencia personal transformó su interpretación en un crudo drama sobre la soledad materna.

Avatar

Publicado

en

Jennifer Lawrence, radiante como siempre, aunque ahora interpretando el papel de víctima del sistema que glorifica la maternidad.

Anuncio

En un giro irónico digno de un guión distópico, Jennifer Lawrence descubrió que el embarazo era el entrenamiento metodológico perfecto para protagonizar Die, My Love, un drama que expone la romantización absurda de la maternidad mientras compite por la codiciada Palma de Oro en Cannes. ¡Qué conveniente! La industria del cine aplaude cuando una actriz sufre en pantalla, pero ignora sus lágrimas en la vida real.

“Como madre, fue muy difícil separar lo que yo haría de lo que mi personaje haría. Y fue desgarrador”, confesó Lawrence, mientras los críticos tomaban notas sobre su “interpretación visceral”, ignorando que describía su propia realidad. La paradoja es deliciosa: Hollywood celebra el dolor femenino siempre que sea artístico, no un grito de ayuda real.

“Acababa de tener a mi primogénito, y no hay nada como el posparto. Es extremadamente aislante”, declaró, revelando el secreto mejor guardado del capitalismo: venden la idea de la “familia feliz” mientras las madres se ahogan en soledad. Su personaje se muda a Montana sin comunidad, pero Lawrence podría haber rodado la escena en un lujoso set de Hollywood: la alienación es la misma, solo cambia el decorado.

Anuncio

LA FÁBRICA DE BEBÉS (Y CONTENIDO EMOCIONAL)

Durante el rodaje, la estrella de Los Juegos del Hambre tenía cinco meses de embarazo de su segundo hijo. “Tener hijos lo cambia todo. Es brutal e increíble”, dijo, encapsulando en una frase la dualidad de un sistema que idolatra la crianza mientras niega licencias parentales dignas. ¡Qué mejor método acting que experimentar en carne propia el caos hormonal que el cine explota como drama!

A nivel hormonal, Lawrence admitió sentirse “bastante bien, feliz”, porque, claro, en el mundo del espectáculo hasta la depresión posparto debe ser productiva. Si lloras, que sea frente a la cámara; si sufres, que sea con un contrato millonario de por medio. Así funciona la máquina: convierte el dolor en entretenimiento y llama a eso “arte”.

Anuncio
Anuncio

Ultimas Publicadas

Anuncio

Lo mas visto del día