John Travolta resucita a Danny Zuko en un baño de nostalgia greaser

En un acto de resurrección cultural que solo Hollywood podría orquestar, John Travolta decidió que el tiempo es un mero concepto burgués y reapareció como Danny Zuko, su alter ego de cuero engominado, en el Hollywood Bowl. El evento, diseñado para que adultos con crisis de mediana edad canten sobre embarazos adolescentes y carreras de coches, alcanzó su clímax cuando el actor de 71 años emergió cual vampiro de la nostalgia, luciendo una peluca que desafía las leyes de la gravedad y una chamarra que olía a 1978.

Según testigos (y su propio post en Instagram), Travolta confesó: “Nadie lo sabía, ni siquiera el elenco”, como si hubiera planeado un golpe de Estado greaser. El video muestra al actor recitando líneas del filme con la solemnidad de un discurso presidencial, mientras el público, intoxicado de azúcar y recuerdos, coreaba como si el crudo invierno capitalista no existiera.

No faltaron los cameos: el director Randal Kleiser y los excompañeros de secundaria (ahora septuagenarios) desfilaron por el escenario en lo que solo puede describirse como un documental antropológico sobre cómo vender melancolía a 50 dólares la entrada. Notable ausente: Olivia Newton-John, cuya Sandy habría sido útil para recordar que, en el mundo real, los finales felices se esfuman como la laca en el viento.

La proyección de Vaselina en formato karaoke culminó el espectáculo, permitiendo a los asistentes cantar sobre problemas de adolescentes mientras ignoraban sus hipotecas. Una metáfora perfecta de la industria del entretenimiento: reempaquetar el pasado hasta que la alegría sea obligatoria.